Cuando Dos Mundos Se Cruzan

No ha pasado mucho tiempo desde que estoy acá. Llevo apenas unos cuantos meses, pero la verdad es que en lo que va de este año en la universidad he vivido más que en todos los veinte años de mi vida. Muchas más cosas y también mucho más fuertes, siento como mi reloj gira cada vez más rápido.
Cursaba el primer año de la carrera de Actuación. Amo mi carrera, desde niña siempre tuve un gran interés por los telones y los escenarios. Siempre me gustó enfrentarme al público, y creo, que en gran parte eso se debía a la timidez que tenía, y a querer tener por un momento la oportunidad de “no ser yo.”
Pero el teatro no es mi única vocación, mi otra debilidad es la música…y específicamente los músicos. Sí, soy una groupie, aunque muchos no lo creen. Dentro de lo que va de este año me he ligado a muchos artistas, tanto famosos como desconocidos, y no sé porque pero a muchos les gusto demasiado, he aprendido a seducir chicos de una manera que jamás pensaría cuando iba al colegio. Debo darle gracias a Araceli por convencerme de tal vocación. Es mi mejor amiga y es groupie desde los quince. Ella proviene de Argentina, y allá son muy liberales. Las cosas que a nosotros, los chilenos, nos pueden parecer descarriadas para ellos pueden ser lo más normal del mundo.
Aún así, Araceli y yo compartíamos los mismos ideales de libertad, de vivir sin límites. Así que en cuando tuvimos el tiempo y el dinero suficientes, nos mudamos a nuestro propio hogar y creamos la Primera Gran Fraternidad de Groupies Universitarias. Hubo muchas interesadas, entre las que estaban Luciana, Vanesa, Estrella y Macarena, que se mudaron con nosotras más tarde. La relación entre nosotras y ellas es la típica que hay entre maestro y discípulo, pero también son nuestras amigas.
Nos hemos ganado mucha popularidad en el ambiente universitario chileno, y estamos hasta el momento conformes.
Y así, el tiempo de nosotras se divide entre estudios, montajes, nuestros deberes como fans y las reuniones de la fraternidad. Una combinación frenética ¿No? Sin embargo, una sorpresa impactaría en mi vida, haciéndola aún más frenética de lo que ya era.
Corría Octubre del año 2009, y Araceli y yo llegábamos a la fraternidad, después de una agotadora tarde de ensayos para lo que sería nuestro examen de fin de año. Luciana y Vanesa habían ido a buscar unas cortinas al lavaseco, pero también participarían.
Se me ocurrió abrir la puerta, ya que estábamos muertas de cansadas. Al final no fue necesario abrirla, porque se abrió sola, y después Estrella me agarró muy fuerte de un brazo y me sentó en el sofá.
-¡Jazmín, Jazmín!- Gritaba eufórica.
-¿Qué? ¿Qué te pasa a ti, por qué tan efusiva?- Le respondí pasmada por su actitud, mientras Macarena estaba en el computador y Araceli miraba la escena totalmente perpleja, en estado de shock.
-¡Adivina!- Exclamó Estrella, insistente.
-¡Estrella! ¡Tú sabes que yo no soy buena adivinadora! Por favor, dejémonos de tanto griterío y dime lo que pasa.-
-Ganaste.-
-¿Qué? ¿Qué cosa gané?-
-¡No te hagas! ¡El concurso de Valo! La próxima semana te va a tocar entrevistar a Ville Valo, así que vas a tener que pensar en dos buenas preguntas.-
Quedé con la mente profundamente en blanco. HIM, mi banda favorita vendría a Chile la próxima semana, y yo ni me acordaba de ese famoso concurso, entre tanto ensayo. No sabía si quedarme en shock y perderme en mis pensamientos o gritar y saltar como loca como lo estaba haciendo Estrella. Me quedé por un momento así hasta que Macarena interrumpió.
-Pero también ganó Melissa.- Dijo.
-¡No seas ave de mal agüero! ¡No le arruines la oportunidad a Jazmincito!-
-¿Oportunidad? ¿De qué? ¿Y qué preguntas quieren que le haga a Ville?- Pregunté totalmente fuera de mí.
-¡Jaz, me extraña! ¡Vos sos muy creativa para ese tipo de cosas!- Respondió Araceli.
-Pero es que Ville es tan… ¡Tan impredecible! ¡Me da miedo!- Le contesté suspirando.
-Sí, eso es verdad, pero bueno, nosotras con Jazmín nos vamos a acostar, porque la verdad es que estamos muy cansadas y mañana seguimos con los ensayos.-
-Buenas noches.- Dijo Estrella.
-Que descansen.- Exclamó Macarena.
Yo discrepaba absolutamente las palabras de Araceli. No sé si estaba así por cansancio, por el impacto de la noticia o por no saber que pregunta hacerle a Valo…lo único que sabía es que durante una semana iba a estar sin poder dormir como Dios manda.