Cuando Dos Mundos Se Cruzan

El Concierto

No sé lo que pasó después de que tuve esa horrible pesadilla…sólo que grité y en ese entonces desperté. Araceli oyó mis gritos y fue a ver lo que me pasaba, yo le conté mi sueño.
-Tranquila Jaz, Ville está bien, vas a verlo ahora mismo en el concierto, vas a ver como los chicos la rompen y después los veremos en el backstage; así que dormite bien porque si te seguís alterando lo único que conseguirás es que te aumente el azúcar. Voy a ir por la insulina.- Dijo.
Araceli tenía razón, el azúcar se me había subido como la espuma. Soy diabética desde los 5 años y cada vez que tengo emociones fuertes lo paso fatal. Sin embargo, no tenía ganas de dormir, faltaban 10 minutos para levantarse y el sueño me había dejado más que marcada…algo raro había en Ville…es un tipo totalmente misterioso, y lo noté desde el primer momento en que me siguió en el hotel. ¿Por qué ese interés en mi, tan obsesivo?
Araceli llegó con la jeringa con insulina, me la pasó y me ayudó a inyectármela en el brazo izquierdo, ya que yo estaba demasiado nerviosa para inyectármela sola. Después de esto, ella se fue a duchar. Mientras tanto, me puse a escribir en mi diario de vida, escribí el sueño y todas las sensaciones extrañas de miedo y locura que me hacía sentir Valo, pero sobre todo, sentía una inminente atracción que hacía que pensara todo el rato en él y además, tenía unas vehementes ganas de verlo a pesar del miedo que le tenía.
Luego de estar todas arregladas desayunamos y fuimos todas a la universidad. En clases no ocurrió nada especial, sólo que nuestra profesora de Voz no había ido, se encontraba en España visitando a su madre enferma. Así que sólo tuvimos clases de Maquillaje y el taller de inglés optativo. Después de eso algunos chicos decidieron ensayar una coreografía que teníamos que presentar el lunes, pero Araceli y yo preferimos ir al hotel a ver a Ville y a los suyos. Mi azúcar anduvo peor que nunca y tenía mucho miedo de que me volviera a dar un nuevo ataque de insulina. Vanesa y Luciana, las otras dos chicas que iban a clases con nosotras, prefirieron quedarse allá.
Al parecer, Araceli estaba más interesada en ver a Ville que en cuidarme en sí, nunca vi tanto interés en arrancarnos de los ensayos, solas las dos…hasta ahora…
Nos fuimos en Metro hasta el hotel. Mientras Araceli escuchaba música en su Ipod, yo iba mirando un punto fijo en la ventana, mientras analizaba el dichoso sueño.
La estación de Metro quedaba a 3 cuadras del hotel, así que una vez que nos bajamos de ahí, tuvimos que caminar. Tenía unos mareos horribles, tan así que estuve a punto de desmayarme…y me desmayé. Fue uno de los peores ataques que había tenido.
Lo único que recuerdo fueron unas voces extrañas que escuchaba dentro de mi mente y que a pesar de mi estado inconsciente, siempre me sentí vigilada…y hasta espiada…
Eso hasta que desperté, me di cuenta enseguida que estaba en el hospital, puesto que veía todo blanco y muchas camas con pacientes como yo. Sin embargo, cuando salí del coma, con lo primero que me encontré fueron esos ojos de gato y esa angelical sonrisa. Aún no entendía como Ville se enteró de mi desmayo, lo corroboré después cuando llegó Araceli con tres cafés y una caja de chocolates. Los dejó en la repisa.
Ville me besó la frente y me dijo:
-¿Estás bien, Darling?-
-Mmm…ehm…sí, estoy bien.- Respondí.
-Ville iba saliendo del hotel justo cuando nosotros íbamos para allá, iba a encontrarse con la banda al teatro.- Dijo Araceli.
-Jaz, ¿de verdad te sientes bien como para ir al concierto?- Insistió Ville.
-Sí, de verdad estoy bien, además que ya compré la entrada, así que tengo prohibido enfermarme.-
En ese entonces llegó la enfermera con los exámenes que me habían hecho. Efectivamente, me dijo que había sido un leve coma diabético con hipoglucemia y que debía guardar reposo. Yo le insistí en que me sentía bien y que no iba a tener complicaciones. En ese entonces llegó el doctor y que, al verme tan estable después del desmayo decidió darme el alta pero siempre que me cuidara bien, que me tomara constantemente los medicamentos, y que evitara emociones fuertes, sobre todo si estas eran negativas. Asentí con la cabeza, me levanté de la cama y me puse mi ropa. Mientras nosotras íbamos a la fraternidad a cambiarnos de ropa y a prepararnos para el concierto a las 8:30, Ville tenía que estar en el Caupolicán para ensayar y dar los últimos toques con los chicos de HIM de lo que sería el concierto, pero como el teatro quedaba cerca de nuestra casa nos acompañó hasta la entrada y se fue.
-Por favor Araceli, cuida a la Jaz y que no ande haciendo sobreesfuerzos ni cosas raras en el concierto.-
Araceli asintió con la cabeza y lo miró fijamente a los ojos. Ahí ratifiqué que Araceli definitivamente quería algo con Valo. Por mi parte, quise ir a mi pieza, mientras las demás chicas ya se encontraban en casa. Estaban muy preocupadas por mí y me preguntaban cómo me sentía, pero sobre todo me preguntaron por Ville, les dije que no había nada, que nos estábamos recién conociendo.
-Bien, ahora no queda otra cosa más que prepararse para el concierto.- Dijo Luciana.
Todas asintieron con la cabeza.
-Y prepararse para las filas, para coger un buen puesto, aunque la Jaz y la Ara nos van a ayudar para estar cerca de Ville ¿No?- Replicó Estrella.
Mientras todas se preparaban, Araceli estaba llamando a Rocío, preguntándole si era necesario que la fuéramos a buscar, pero ella nos encontraría después.
Yo no quise ir con ropa tan estrafalaria como solía ir a los conciertos, preferí algo más sencillo y cómodo debido a mi estado de salud en ese entonces. Así que me puse mi jeans negro y mi polera de HIM, mis Converse, y me dejé el pelo suelto y liso, luego me puse una cadena con un heartagram que me regaló mi ex novio para mi cumpleaños.
Las demás estaban listas, faltaba sólo yo, así que apenas me vieron nos fuimos lo más rápido posible como para estar en las primeras filas. Pero no teníamos tanto apuro, ya que el recinto quedaba cerca de nuestro hogar y, además, cuando llegamos ahí sólo estaba la gente del fans club, y ellos nos conocían muy bien y teníamos muy buena onda con ellos, así que nos quedamos un buen rato conversando. Lo peor se vino después, cuando empezó a llegar toda la tropa de fans juntos. Eran apenas las 5:30 de la tarde y ya había una fila de al menos, 2000 personas, no me lo esperaba, ya que HIM no destaca por tener un gran público en Chile, por lo menos no a nivel masivo. La mayoría de los fans venía de la universidad, del colegio o del trabajo directamente, ya que era Viernes, y todos, estaban conscientes de que si querían conseguir un buen lugar en el teatro, tenían que estar ahí lo más antes posible. Por fortuna, nosotras estábamos de las primeras, así que lo único que más nos preocupaba eran los empujones que recibíamos por parte de los otros fans. La gente que transitaba por la calle nos miraba extrañados, ya que a la mayoría les llamó la atención los atuendos góticos de muchos; quizá se preguntaban cómo podía haber tanta gente vestida de negro en plena primavera, con 25 grados y un enorme sol.
Eran las seis de la tarde y recién abrieron el recinto. Los boleteros comenzaron a pedir las entradas, que sorprendentemente, estaban agotadas. Nosotras fuimos las primeras en pasar, y la verdad es que nos llamó la atención ver el teatro tan inmenso, y que, sin embargo, después se haría totalmente pequeño, ante la cantidad grande de gente que le esperaba. “Y pensar que después nos tocará a nosotras actuar en escenarios así.” Pensé.
A las siete y media el lugar ya estaba lleno. Detrás de nosotros estaba la directiva del fans club, que habían entrado con nosotros. Yo miraba atrás y estaba repleto de gente. Los tres cuartos del público eran mujeres, ya que HIM destaca por tener un público mayoritariamente femenino. Todos estaban ansiosos esperando que la banda saliera en el escenario. Detrás de mí había un chico rubio muy atractivo, parecido al que vi en mi sueño. Me miraba vehementemente, pero yo no lograba comprender sus miradas.
Ocho en punto comenzó el concierto. Los primeros en salir fueron los teloneros, una banda local de goth metal, cuyo nombre en este momento no recuerdo. Estuvieron unos 25 minutos en el escenario y la verdad es que eran buenos, me gustaron mucho, pero no sé si les daba para ser teloneros de un grupo como HIM, bien, por algo se empieza.
Tuvimos que esperar más o menos media hora para que HIM saliera al escenario. Muchos en ese momento aprovecharon de ir al baño o ir por algo para comer, aunque la verdad, yo ni hambre tenía, pero si fui con Araceli al baño a inyectarme la insulina, que se me había olvidado por el éxtasis en el que me tenía el concierto. Ella aprovechó de cambiarse toalla higiénica, ya que andaba con la regla y no quería tener un percance durante el concierto, mucho menos ser el hazmerreír de los chicos o de los demás presentes, a pesar de su relajado carácter.
Apenas HIM se apareció en el escenario, todas las chicas comenzaron a gritar con ímpetu el nombre de Ville, y no dejaban de tirarle piropos de toda índole. Al lado de nosotras, había un grupo de niñas que llegaba a llorar incluso. Nosotras también apoyamos a las demás chicas con nuestros gritos…no nos podíamos negar, si era una campaña colectiva. Pero sobre todo, me llamó la atención ver a Ville tan concentrado en un concierto. Había visto más videos de otros directos de HIM en Internet, pero en ninguno lo había visto tan metido como en este. En cuanto al sonido, pues estaba bien, y los chicos estaban realmente concentrados en lo que hacían, que daba como resultado una instrumentación impecable. Parece que habían quedado más que contentos con nuestro país, ya que generosamente, el concierto duró casi 2 horas, y eso no era muy normal en los recitales que se daban en Chile.
Al igual que en la gira norteamericana, abrieron con Passions Killing Floor y cerraron con The Funeral of Hearts. Como dato anecdótico, mientras tocaban Buried Alive by Love, los que estaban más atrás comenzaron a empujarnos a los que estábamos más cerca, lo que me dio la oportunidad de poder escalar hasta el escenario y burlar a la seguridad, Araceli y Rocío junto a otros chicos me tomaron en brazos y pasé por encima de los guardias. Al final, Ville tuvo que ayudarme a subir al escenario o de lo contrario ocurriría un accidente en pleno concierto y yo terminaría de nuevo en el hospital. Canté junto a él el estribillo final de la canción y después nos besamos en la boca. Ya quería ver la cara de Melissa en ese momento. Aunque en realidad no, no soy buscapleitos ni competitiva, por lo menos no en ese sentido.
Como agradecimiento, Ville me invitó a cantar otra vez mientras tocaban Vampire Heart, con la diferencia que esta vez, fueron los guardias los que me ayudaron a subir al escenario. A la banda le tiraron de todo: peluches, poleras con la bandera chilena, toallas, chocolates y hasta sujetadores. Nunca me había sentido tan cursi y embobada en un concierto cuando era justamente de las que tiraba ropa íntima al escenario.
Lo único que sabía era que en ese mismo momento todas las chicas presentes, y hasta mis amigas me estaban odiando.
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I hope that you like it :D

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