La mas dulce de mis locuras

Frank y Hayley seguían hablando en uno de los cuartos de ese enorme lugar, que desde ahora sería el hogar de tremendas locuras alrededor de él, aún no sabía lo que le deparaba ese manicomio.

“- Y como haces para volver cuando aparece tu otro yo?- preguntaba Hayley a Frank, que seguía mirándola con una cara muy tierna.

-No puedo hacer nada, ocurre solo, no tengo dominio de mi cuerpo cuando sucede

- Debe ser horrible en serio, pero por lo menos recuerdas que ocurre a tu alrededor cuando te pasa?

- Sí, si lo recuerdo, muy claramente, eso es lo malo, tengo muy malos recuerdos de Franco – ya le había contado completamente cual era la situación de su enfermedad a Hayley, y también que llamaba Franco a su otra personalidad.

-Me lo imagino, siendo el gay, y tratando mal a tu madre

- No me molesta que sea gay, no tengo nada en contra de que a la gente le guste una persona de su mismo sexo, pero si me molestaba cuando yo, osea, Franco se peleaba con mi madre, yo trataba al máximo de hacer que ella esté bien pero Franco siempre la hacía sentirse muy mal, y discutían muy feo.

Hayley sentía tremenda compasión por Frank, no debía ser fácil lidiar con eso, ver todo lo que le hacen (o este caso haces) a tu madre, y no poder hacer nada para ayudarla, y que además de todo, la persona que lo esta haciendo, seas tú, -en un sentido figurado- seguro entenderán. Se quedó mirando sus ojos avellanas mientras pensaba en esto, pero volvió a despertar repentinamente y trató de disimular…

-¿Quieres ir afuera conocer a los demás?- preguntó Hayley, a Frank no le gustaba para nada la idea, tenía miedo de los locos, según las películas que veía eran un tremendo problema, y muy peligrosos, y no quería arriesgarse a ser lastimado por uno de ellos.

- ¿No sería mejor solo quedarnos aquí adentro conversando?- miro a Hayley y con una cara medio roja de vergüenza se acerco y le dijo: - tengo miedo de esa gente, pero no se los digas! – Hayley sonrío ahora si muy abiertamente, ya se sentía mejor estando a lado de Frank, no tenía ese miedo que tenía al principio.

- No te van a hacer nada, los manicomios no son exactamente como los muestran en las películas Frank- Frank se asustó porque pensó que Hayley le leyó la mente … - todos los nuevos piensan lo mismo, que los demás les harán daño, pero de apoco se dan cuenta de que son inofensivos- Frank ahora ya parecía más tranquilo.

- Esta bien, pero déjame a mi elegir con quien quiero hablar, ok?- mostró otra vez una sonrisa picarona – prefiero alejarme de aquellos que considere peligrosos, es por seguridad personal, comprendes?- Hayley rió:

- Está bien, si eso es lo que quieres… solo te llevaré con aquellos que quieras visitar, pero salgamos ya, si?

- Bueno, vayamos.

Salieron afuera, y el sanatorio estaba en un silencio rotundo, esto sorprendió muchisímo a Frank, pensaba que todos estarían haciendo “locuras” al final de cuentas se suponía que eso eran, locos. Miró a unos cuantos acurrucados en rincones muy alejados de todos los demás, como si fuera que faltaran más rincones para todos ellos, otros en cambio estaban sentados todos juntos mirando fijamente la televisión, y otros, parados mirando el cielo, con una fascinación total a la luna. Frank creyó comprender por ello, la denominación “lunático”, todos los locos parecían adorar a la luna, aunque no entendía muy bien porque. Después de seguir caminando un rato más, Hayley le dijo que iría a buscar su medicamento, y él le dejo que fuera, ya no parecía tener miedo, todos parecían muy tranquilos en sus respectivos rincones, y se fijaba en cada uno de ellos, hasta que vio a uno muy quietito, y este, se llevo completamente su atención, como si de repente, hiciera a Franco aflorar, y acercarse lentamente a él, Franco no tenía miedo de nada, cuando se quería acercar a un hombre lo hacía bien de frente, y le hablaba sin importarle que fuera a pensar de él. Se acercó, y le habló:

-Hola guapo- al decir esto, lo decía muy sinceramente, pues el muchacho, de unos 32 años, mas o menos, era muy lindo, aunque tenía ojeras y estaba pálido, su semblante le seguía pareciendo muy interesante, sus facciones: rozantes a la perfeccion; sus ojos, muy parecidos a los suyos, con un color avellana un poco mas oscuro al color de los de él fijos en un punto indefinido, sin luz, totalmente vacíos, eran muy excitantes. Al ver que el otro no le respondía volvió a proceder – como estás? – este seguía sin hablarle, el seguía admirándolo, sus labios, chiquitos y rosados, un poco blancos por las drogas seguro, sus cabellos, negros como la noche, Franco seguía admirándolo como si fuera una obra de arte, contemplando su belleza como si fuera uno de los mas bonitos cuadros pintados por El Creador y como él no le respondía, pasó su mano en frente a su cara, con el gesto de moverla, para ver si reaccionaba…

- No te escucha, no está aquí- le dijo una voz de atrás, se dio la vuelta, y vio a alguien muy parecido a ese hombre que le hizo soñar despierto y se asombró por la similitud, mismos ojos, boca, facciones casi idénticas, lo único era que este personaje era más delgado, y más joven que el que estaba a su lado…

- quien eres? – le preguntó Frank, volviendo en sí.

- Me llamo Mikey, y él es mi hermano Gerard- dijo, haciendo que Frank comprendiera el por que de tal similitud…

- Ah! Ya me parecía que eran familia, se parecen mucho – dijo, y mirando de nuevo a Gerard preguntó – que le pasa? Por que no me responde?

Mikey lo miró por unos segundos…

-Él es esquizofrenico, vive lejos de aquí- dijo Mikey sin alejar la vista de Gerard, su hermano mayor, a quien quería con toda el alma…le dolía decir lo que sufría, no le parecía justo que estuviera en ese estado. Frank, seguía mirándole, sabía muy bien acerca de la esquizofrenia, la investigó también cuando investigaba acerca de su enfermedad, no era bonita, a algunos les venía mal, y pensó que tal vez Gerard sufría mucho..

- en donde vive?- volvió a preguntar a Mikey

- ve gente que ya no está, gente muerta, a mi abuela, ella la lleva junto a otras personas muertas o por lo menos eso es lo que me cuenta cuando vuelve- le comentó Mikey

- Pero eso lo debe traumar un montón- miró a Gerard de nuevo, tenía una bata parecida a la suya, y luego a Mikey, también la tenía, él también seguro estaba enfermo – y tú Mikey? De que estas enfermo?- Mikey rió ante la pregunta de Frank, y esto lo confundió un poco..

- Yo la verdad no estoy enfermo, vine al manicomio por mi hermano, no podía soportar la idea de que estuviera solo aquí, me iba a necesitar, y pues, aquí estoy- Frank se sorprendió con lo que Mikey le contó, dejó toda la libertad que tenía afuera de el manicomio, es más, estar en un manicomio, sin estar enfermo, finjiendo estarlo por su hermano, realmente le sorprendió mucho…

- Pero, como hiciste para estar adentro sin estar enfermo?- le pregunto intrigado…

- FInji estarlo, al principio, pero luego hablé con el Dr. Ray, y, decidi decirle que me deje estar adentro para cuidar a Gerard, al fin de cuentas, el en serio me necesita, y el fingir estar enfermo, y que me mediquen contra algo que no padezco solo iba hacer que me enfermara en serio, y pues el Dr. Ray accedió a dejarme.

- Pero no hay reglas acerca de esas cosas? Ahora cualquiera puede quedarse en un manicomio?- siguió cuestionando Frank…

- Si las hay, me dejo quedarme con una condición, dejarle investigar con mi cerebro, que le pareció “interesante” - lo dijo haciendo el gesto de las comillas – y le ayudaría mucho para unos estudios acerca de la calidad de vida humana viviendo al servicio de un ser querido…

- Es realmente increíble, no creí que esas cosas se hicieran…

- De hecho, antes, en un lugar en Eslovenia, existía un manicomio llamado Villete, que a cambio de dinero, daba a los internos la posibilidad de quedarse adentro del manicomio si es que asi lo deseaban, y muchos lo hacían, por que les gustaba la vida fácil de allí adentro, sin restricciones porque al final estaban dentro de un manicomio, no?-Lo dijo y miro a Frank con una sonrisa en los labios, Frank, en cambio, seguía prosesando la información, no podía creer que la gente prefiriera quedarse en un manicomio en vez de estar libres en el exterior…

- Lo que me dices es muy raro.. que lugar aquel en Eslovenia- lo dijo y se quedó pensativo, pero Mikey, se echo a reír a carcajadas y Frank, ya empezó a pensar que la vida del manicomio le afectó en serio el cerebro… Mikey se dio cuenta de que Frank no entendía el chiste..

- Era un chiste. Eso lo leí en un libro de Paulo Coelho. Era un cuento muy interesante sobre un manicomio llamado Villete- volvió a reírse – fue chistosa tu cara. Aunque creo que Paulo dijo que si era real, no estoy seguro.- Frank no pareció encontrarle ninguna gracia, solo se limitó a ver como Mikey reía de su chiste de mal gusto. – y tú? De que estas enfermo? O estas aquí por que eres como uno de esos “locos” de Villete que prefiere el manicomio antes que el exterior?- le preguntó Mikey, al ver que su chiste no fue bien recibido…

- No estaría en un lugar así si pudiera evitarlo- le dijo…

- No te creas, aquí adentro la vida es mucho mas fácil y divertida de lo que piensas – le dijo Mikey, sin bromear – pero aún no respondiste mi pregunta, que “locura” padeces?- volvió a hacer el gesto de las comillas, como si fuera que no creyera que ese termino fuera bien utilizado…

- NO estoy loco!- replicó enojado Frank…- tengo un Trastorno de Personalidad Múltiple

- Pues eso, amigo, es a lo que la gente llama loco- dijo Mikey, con total libertad y seguridad de hablar sobre el tema – aunque yo no creo que lo seas, tú no estas loco, sufres de una enfermedad mental, gente como yo, es la que es realmente loca – detuvo su discurso, para ver si su audiencia le comprendía, y al ver una cara de WTF? En la expresión de Frank, se dio cuenta de que explicar eso, sería algo muy difícil, por lo menos con ese chico, del cual ni siquiera sabía el nombre, y solo se limitó a decir – ya se que no me entiendes, yo tampoco lo entendí al principio, pero el tiempo que llevo aquí dentro me lo ha enseñado. Ya lo entenderás, mientras mas tiempo pases entre “locos” poco a poco captaras – miro sus ojos avellanas unos segundos – no me has dicho como te llamas amigo…

- ay! Tienes razón, discúlpame, es que con el tema de tu hermano, y luego tu ataque de “locura”- haciendo el mismo gesto que hizo Mikey- no me dio tiempo… – Frank se detuvo un momento al ver que Mikey volvia a reír a caracajadas – …de que demonios te ríes?

- De la forma en como dices “locura”- repitiendo el gesto de las comillas, que había sido imitado por Frank – fue chistoso, me dio risa, aquí acostumbran a hacer muy malas imitaciones… pero amigo, esa fue la peor que he visto – y volvió a reír fuertemente.

Frank se levantó y dejó solo a Mikey riendo, el se sorprendió ante la actitud de Frank, y al ver que no iba a poder hacer nada para que se quedara, solo dijo:

-Amigo! Se te olvidó decirme el nombre!- aún riendo

- es Frank, maniático- y se fue de allí a buscar a Hayley.

Mikey lamentó que no entendiera su visión, pero solo se quedó a lado de Gerard para esperar a que despertase de su “viaje”.

Frank, en cambio, se fue de allí pensando en esa rara experiencia, primero, Franco se adueña de él totalmente al ver a un muchacho esquizofrénico, que ni siquiera le habla, y se vuelve a dormir de nuevo cuando escucha que Gerard está en otro mundo, como si fuera que lo creyó y no quisiera estar mas tiempo allí, o como si fuera que quisiera correr de ése que se lo dijo, y si era por la segunda razón Frank realmente no tenía mucho que reprocharle, el chico no estaba loco, osea, no tenía una enfermedad mental, pero si se comportaba como uno, y no entendía eso que le había dicho acerca de que él no era un loco, pero que en cambio él –refiriendose a Mikey- si lo era al igual que gente como él. No creía poder conocer gente como él, y no le pareció que valiera la pena hablar mas tiempo con él, al final, estaba “loco” (con el gestito de las comillas en el aire y todo). Y al principio le había parecido de lo más cuerdo por estar alli para cuidar a su tierno hermano, que ahora era la fuente de deseo de Franco, y que debía empezar a querer, pues, si a Franco le agradaba, a él también tenía que agradarle, o Franco hacia cosas, que no quería que hiciera. En fin, el chico, no era lo que Frank se imaginó que iba a ser, y no pareció agradarle mucho el no tener razón al juzgarlo, como cuando lo hizo con Hayley, con quien estaba seguro si acertó, pero la verdad era que no tenía la menor idea…