One-shot: If you want I'll keep on crying

If you want I'll keep on crying

No me atrevía a hacerlo, a pesar que estaba a unos milímetros. No, no lo iba a hacer, era muy marica para poder… uno, dos…

-Woo

-Mikey, ¡¿estás bien?!- grito Alicia desde la planta baja

No le conteste de inmediato, estaba algo ocupado. Pero en vista del éxito obtenido, mejor la saque, tome una gran bocanada de aire y traté de hablar lo más normal posible:

-Si, me acabo de golpear. No es na-nada.

No me creyó, lo sé. Alicia me conoce desde hace tiempo, pero no me importa. Traté de nuevo, esta vez en un sitio diferente, Respire uno, dos…

-Puta

No lo logre, traté de tener paciencia, pero era demasiado el shock para mis ojos.
Salí del baño con los brazos estirados a los costados, por seguridad, y ahí estaba ella, esperándome.

-Ah, estas aquí- murmure como idiota- bueno, creo que nos debemos de ir a casa.

Era la fiesta de un amigo, Bob, y al no poder beber alcohol, (cortesía de Alicia), no tenía sentido nada. Creo que era el único sobrio ahí.

Bajamos a despedirnos alegando que estábamos cansados, nos subimos en la carcacha que tenía por auto, sabía que ella no tardaría en empezar a hablar, y así fue:

-¿Por qué no?- incomodo silencio - Mikey, contéstame ¿por qué no?

-Ya te lo he dicho- comencé, con toda la calma que me era posible- no puedo, no te conviene. Entiéndelo

-Pero, yo te quiero. Tú, me quieres ¿no?

Tenía que preguntar eso, ¿y ahora qué? Claro que la quería, pero eso le daba más argumentos para insistir, en que la invitará a salir. No sabía si debía herirla para protegerla. Deje que el silencio hablará por mí.

-Ahh, ya veo- agrego muy bajito, con voz decepcionada. Me odié por ser un idiota con ella, pero la quería demasiado como para exponerla a esto.

Llegamos a su casa, no se despidió de mí, solo salió y cerró la puerta con un fuerte ruido, que me retumbo en los oídos. ¡Perfecto! La única persona que tenía en este jodido mundo, estaba enojada conmigo.

Di vueltas en el “auto” toda la noche, pensando qué hacer, no sabía si decirle la verdad, no quería exponerla a eso, no quería que fuera más infeliz.

Se me estaba acabando el combustible, así que decidí hacer, lo que ya tenía planeado, lo que venía haciendo estos últimos meses: autodestruirme.

Llegue a la pocilga que llamaba casa, me tire en el sofá, me quite la chamarra y mire mis brazos...había una marca roja en cada uno de ellas. Al menos no me dolían, no ahora.

La razón por la que no quería que Alicia fuera mi novia, era sencilla: no la quería exponer a la miérda que era mi vida. El tratar de inyectarme, sin ninguna clase de experiencia, fue la gota que derramo el vaso. Y el intentar hacerlo, en el baño, con ella a unos metros, fue una estupidez.

Saqué una botella, no vi el contenido ¿acaso importaba? Lo bebí sin pensarlo. ¡¡¡JODER!!! Me quemaba la garganta. Bebí un litro de agua en menos de un minuto, para calmar la inflamación, y volví a tomar, esta vez con más precaución.

¿Por qué esto me tenía que pasar a mí? Habiendo tanta gente en este jodido mundo era a mí a quien le pasaba esto.

Me habían corrido de la universidad hacia meses, porque causaba problemas, empecé por no entrar a clases, cuando entraba molestaba a mis compañeros. Hasta que un buen día, me encontraron tirado inconsciente en el piso de un aula vacía. Me sacaron de ahí y solo me dieron una cita para el psiquiatra.

Este era el último mes que podría pagar la renta de este basurero, así que no tenia casa, ni trabajo, ni colegio. Pero debía de aparentar que era fuerte, que todo estaba bien. Que no estaba deprimido. Que no estaba muerto por dentro.

Destapé un frasco que tenía escondido, tome unas cuantas pastillas acompañadas de esa bebida que ardía.

Esperaba desmayarme pronto, no quería seguir pensando lo miserable que era mi existencia, sin sentido alguno. ¿Qué haces cuándo no tienes porque vivir?

Sabes que estás jodido, cuando ya nada importa. Cuando te encuentras, como yo en este momento, tirado, con una jeringa en la mano, las venas destrozadas, y totalmente apendejado. A estas alturas la adrenalina era lo único que me mantenía en este mundo.
Lo debía de intentar de nuevo. Mis ojos centellaron al ver el bisel de la enorme aguja, no me importo, la metí lentamente por mi brazo, tratando de encontrar una vena. NECESITABA lograrlo. Sin embargo, tuve que sacarla porque llevaba más de 5 minutos ahí.

Recordé el rostro de Alicia cuando estaba feliz, la manera en la que brillaban sus ojos, como su cabello se acomodaba, su sonrisa. Y su risa, el sonido que más amaba en este mundo.

¿Cómo puedo ser tan pendejo como para dejarla ir? La persona más maravillosa de este mundo me quiere y yo la rechazo.

Sentí que mi cuerpo temblaba y algo retumbaba en mis odios, tarde en darme cuenta que era yo: me estaba riendo, como un maniático. No sabía de qué. Apoye mis manos en el suelo, pero era incapaz de moverme. Tan solo recargue mi cabeza en el sofá y cerré los ojos llenos de lagrimas, de rabia y tristeza, de soledad. Esperaba no despertar.

Unos segundos más tarde, el sonido de algo explotando me despertó. ¡¿Qué estaba pasando?! ¿¡Dónde jodidos estaba?! ¿¡Qué había hecho?!

Mire confundido alrededor, estaba en… ¿mi casa?, si. ¿Qué era eso que no dejaba de sonar? Después de unos minutos me di cuenta de que nada explotaba, era el teléfono. Contesté

-Holaa?

Solo escuche sollozos, me asusté.

-¡¿Qué paso?!

-Mikey, soy una amiga de Alicia, ella está en el hospital. Ven tan pronto como puedas, te mandó la dirección en un mensaje. Adiós

¿¡Eh?! No me dio tiempo de responderle, de pensar, de gritar, de reaccionar, todo parecía estar en cámara lenta.

Estaba crudo a más no poder, me dolía cada parte de mi cuerpo, en especial los brazos, me sentía idiota y tremendamente culpable. Mientras yo hacía mis idioteces, Alicia estaba en el hospital. Tome las llaves del auto y salí corriendo en cuanto me llego el mensaje, esperaba llegar a tiempo…a tiempo para lo que sea que iba a pasar

Conduje como loco, diciendo groserías, acelerando todo lo que podía, sin mirar semáforos. Llegue al hospital, respiré hondo y entre a la sala de espera, pregunté por Alicia, la enfermera me dijo que debía esperar.

Caminé hacia la patética sala, con sillas grises, no me podía sentar, ¡no podía estar ahí sin hacer nada!

Miles de pensamientos venían a mi perturbada y mareada mente, ¿Qué le había pasado? ¡Si yo la deje ayer en su casa!. Me debí de asegurar que estuviera bien

No sé porque los humanos somos tan pendejos, tenemos que esperar hasta que algo realmente horrible pase, para darnos cuenta de la situación.

Mi vida ha sido deprimente y patética estos últimos meses, he querido renunciar. Me siento como si nada valiera la pena. Solo quisiera dormir y nunca despertar.

Dicen que es depresión, y NO, la depresión no es solo estar triste, y vivir llorando. La depresión es...algo mucho más fuerte que eso. Porque, no necesitas motivos para “estar triste”, no depende completamente de lo que pasa en tu vida. Tan solo te sientes de mierda todo el tiempo, te das cuenta que tu existencia no es NADA. Que no eres nadie en este mundo, donde habitan miles de millones de personas. Todas ellas luchando por sobrevivir, por ser alguien, por ser felices, ¿para qué? ¿Por qué necesitan todo eso?
¿Cuál es la diferencia entre obtener lo que quieres y no hacerlo? Nada, a fin de cuentas, seas de esas personas “felices” o “deprimidas” llegara un momento en el que te sentaras en tu habitación a cantar esa melodía que te hace querer suicidarte.

Todos están tan obsesionados por vivir, que no se dan cuenta que ya están muertos.

Caminan por la vida, con falsas sonrisas en su demacrado rostro, fingiendo que todo es perfecto. Y la clásica “conversación” hipócrita que se escucha en todos lados:
-¡Hola! Tiempo sin verte ¿Cómo has estado?
-Muy bien ¿y tú?
-¡También! Haber cuándo nos reunimos

¿Por qué no aceptan la realidad? ¿Por qué se empeñan en negar el pasado? Mejor nieguen el presente. ¡Dejen de mentir!

Y ahora, era yo, el que me encontraba sonriendo estúpidamente a una enfermera que me decía, que pronto tendría noticias.

¡¡PUTA MADRE!!

¡Que estúpido, estúpido fui! Todo lo que siempre he querido, todo lo que necesité, todo lo que amo: es ella. ¿Por qué no la acepte? Debí de ser YO el que le rogara a ese ser maravilloso. Solo debía de confiar en ella ¿Acaso la creía tan…mala persona como para ser capaz de abandonarme solo por estar así? ¡NO! Era simplemente yo queriendo ser miserable, no podía entender como alguien me quería, y estaba dispuesta a ayudarme.
La extraño tanto, la última vez que estuvimos bien fue cuando paseábamos en ese olvidado parque, y ella se veía más hermosa que de costumbre, así que sin preguntar, sin pensar, la besé. Y fue algo…maravilloso. Es algo que nunca olvidaré.

.Sé lo que tengo que hacer, dejarme de estupideces, entrar a esa habitación, decirle que me perdone, que fui un idiota, que agradezco que haya sido mi amiga todos estos años, y que me haya cuidado. Que me siento de mierda. Pero que trataré de mejorar, Por ella, Y pasaré el resto de mi existencia tratando de compensar lo que le hice. Y que mi prioridad será amarla, amarla hasta que duela, Despertaré pensando en ella, respiraré por ella, viviré por ella. Y haré lo que sea para que salgamos adelante. Lo único que necesito, es alguien que este conmigo al final del día. Eso era todo.

Porque a veces, solo eso necesitas, una persona que te abrace y te diga que todo estará bien, aunque sabes que no lo estará, pero tendrás a la persona que amas contigo, afrontando todos los problemas,.

-¿Mikey Way?- nombró una voz de mujer

-Si, soy yo- conteste abrumado

-Puede pasar a verla

No espere y me lancé corriendo a dónde estaba Alicia. Se veía pálida, cansada, triste, sin vida. Se me vino el mundo encima, no podía pensar, respirar, sentir. Era el peor momento de mi existencia, o eso creía.

-Hola- fue lo único que salió de mi boca.

-Hola Mikey- su voz era débil, pero sonrió

-Yo…-no sabía cómo empezar a decirle todo lo que quería

-No, espera. Toma- me extendió una carta- Te amo, yo quie…

Un sonido horrendo paralizo mi corazón, y no la dejo terminar, era ese ruido que marcaba el ritmo de su corazón…ella...no, no podía ¿porque? ¡¡Los doctores no hacían nada!! Le grite a todo el hospital que hicieran algo, los llame ineptos, seguí gritando y traté de golpear a todo el personal, un oficial me tomo por los brazos, pero yo seguía gritando, no había manera de que eso fuera cierto. Cuando, por fin, me calme un poco, me sentaron cerca de ella.

Estaba exhausto, de llorar, de gritar, de lamentarme, de sentir, de vivir. Tome su helada mano entre las mías, le susurré que me perdonara y le dije que la amaba. Llore sobre su inerte cuerpo. La enfermera tapo su rostro con la sabana y vi un papel doblado a la mitad, la carta que me dio, la tome con mis manos temblorosas.

No quería dejarla, pero se la llevaron, me quede solo, en esa habitación tan…vacía, tan sola, tan patética. Con la poca fuerza que me quedaba, abrí el papel, y traté de leer lo que ella me había escrito, pero no podía, las lágrimas me lo impedían.

Paso media hora, y yo seguía ahí, mirando la cama vacía, esperando a que apareciera ella. Deseando morir,

Llego una muchacha, me dijo que era la amiga de Alicia. Y que lo sentía mucho. Se dio cuenta de lo que tenía entre mis manos.

-¿Quieres que te la lea?- me pregunto, con un tono de reproche. Y tenía razón, todo esto era MI culpa.

No conteste, solo asentí con la cabeza

-Está bien- tomo la hoja, y comenzó:

<<Mikey, lo siento, no sabía que pensar, o que hacer, me enojé, y mucho, me parecía una estupidez que no quisieras estar conmigo, Yo te amo, ¿lo sabes? A pesar de todo. Sé que no te va muy bien, aunque finjas, no me puedes engañar. Pero yo te puedo ayudar, puedo estar ahí, contigo, si tan solo me dejaras….

En cuanto te fuiste llamé a un amigo. Llego pronto a mi casa, estaba preocupado, me dijo que no me merecías, no le creí, no paraba de insinuar que él me quería más que tu, y que me podía dar todo lo que tú me negabas, yo no pensaba, tan solo estaba herida. Y lo acepte, no quiero contarte lo que paso después.

Cuando él se fue, me sentí de mierda, por haberte hecho eso, porque a pesar de todo soy tuya, te guste o no. Me volví loca conforme me di cuenta de lo que había pasado, había roto mi promesa, te había lastimado. Recordé esa vez, que me besaste en el parque, fue cuando lo supe, cuando me di cuenta que eras todo para mí.

No lo podía soportar. Perdón >>

-¿Q-qué?- le reclamé a la amiga de Alicia

-¿No lo entiendes? Ella se suicido, ¡por ti! Sintió que te había fallado y no lo soporto. La encontramos en el baño, tirada. Creemos que se tomo un frasco de algo, pero no nos quiso decir. El hígado fallo y poco a poco su sistema…

-¡¡NOOO!!- le grité con toda la fuerza que me era posible

Eso era demasiado para mi, ¡DEMASIADO!
….

Imaginen a la persona QUE MÁS AMAN, no importa quién sea, y piensen que, por un bellísimo instante, esta con ustedes, y que les sonríe, y entonces, es cuando se dan cuenta, que estará para SIEMPRE con ustedes.

Es una sensación única, que yo, no volvería a experimentar. Nunca

Post original: http://mcrhelenacullen.obolog.com/if-you-want-i-ll-keep-on-crying-one-shot-1039300
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Este fic esta dedicado a Ahytus, una fan de MCR y, sobretodo, una gran amiga. Muchas gracias por escucharme, comprenderme, ayudarme, por no dejarme rendirme. Gracias por todas las palabras que me hicieron seguir luchando