Destello

El principio y el fin

Los historiadores ingleses, durante en siglo XIX, discutieron un hecho que ocurrió en un lugar rústico, salvaje y húmedo: la selva amazónica.
Encontraron en una cueva al norte de Brasil, arte rupestre, y lo que viene a continuación, es su interpretación de los dibujos primitivos.
“Los Zenas, una tribu indígena ya extinguida, profetizaron la llegada de un niño. Esta criatura iba a tener una desfiguración que traería el fin del mundo. Los años pasaron sin señales de un bebé como tal.
Seguían pasando los años, pero esta profecía se perdió en el tiempo en esa tribu. A todo, menos a una niñita: Neha. Desde que puede recordar, ella ha tenido sueños extraños sobre fenómenos naturales y sobrenaturales. Ella lo describió como unas piedras brillantes cayendo del cielo, pero sin impacto; luego, su sueño le mostraba la caída de mizu , y el semicírculo de colores, semejante a los pájaros rojos, cuyas plumas eran colores fuertes como rojo y verde, o, de los pájaros de trompeta larga y de color naranjo. Luego con un destello brillante y un llanto, despertaba.
Neha fue a los Jefes de su tribu, contándoles su sueño, pero ninguno la creyó; de hecho, la golpearon con látigos de cuero por describir fenómenos sobrenaturales y no conocidos por ellos. Los jefes de la tribu eran muy autoritarios y castigaban a cualquiera que decía pensamientos distintos a los que ellos creían.
Los años pasaron y Neha creció, jamás repitiendo su sueño, hasta que en el día de su iniciación como mujer ocurrió uno de los primeros acontecimientos de su sueño. La iniciación se llevaba a cabo cuando la Diosa Mizukage traería la primera caída de agua. Mientras el pueblo se reunía para comenzar, pequeños cristales caían del cielo, señalando el comienzo. Esta tradición siempre se hacía mientras llovía, pero en esta ocasión, los algodones grises se reemplazaron por unos blancos y de estas, se vio, por primera vez, un semicírculo de colores. Neha quedó turbada y preocupada. Los jefes de la tribu y los mismos integrantes empezaron a alabar este nuevo fenómeno.
Luego de lo ocurrido, nada más sucedió lo que Neha vio en su sueño. Pasaron los años y Neha se casó y quedó encinta. En su casita de madera y techo de hojas, comenzó las contracciones, después de nueve mese de espera, señalando la llegada de su bebé. Su esposo ayudó dar a luz.
El pueblo se reunió alrededor de su casita, esperando el milagro más hermoso que puede ocurrir: la llegada de un nuevo individuo. Un grito de afuera hizo que la tribu mirara al cielo y lo que vieron los dejó en pánico. Piedras brillantes bailaban por el cielo. La histeria envolvió al pueblo.
En sus brazos, Neha sostenía a su pequeño, sin darse cuenta de su deformación. Cuando vio que su hijo tenía un ojo, un destello brillante envolvió a todos, incluyendo al pueblo. Una guerra se desenvolvió entre los mismos integrantes y murieron todos. El bebé desapareció y la única que sobrevivió fue Neha. Ella logró transcribir todo los sucedido dentro de la cueva Hohoemi.”

Este acontecimiento explica, en forma mágica, la desaparición de los Zenas.