The ghost of you (parte 1)

CAPITULO 1

Quizás en aquel momento, pensé que todo esto significaría el fin, como evidentemente hubiera tenido que pasar, si las cosas hubieran seguido su orden lógico y natural. Sin embargo, hay cosas que van más allá de la razón, de lo finito, y de lo carnal; hay cosas que nunca creerías posible, hasta que te suceden, y es ahí donde compruebas que el mundo se extiende de tu noción y tu conocimiento, y que las leyendas tienen una base real.

Aquella gris tarde de marzo no difería en mucho a las demás, al menos, no para mí. La lluvia golpeaba fuertemente los cristales de las ventanas cerradas de mi habitación, mientras yo, indiferente a la tormenta, terminaba los deberes de sociales canturreando las canciones de mi ya rayado CD de my chemical romance, con lo que conseguía hacer un poco menos tediosa la tarea de responder las estúpidas preguntas sobre el descubrimiento de América que debía entregar sin falta al día siguiente.
Comenzaba cementery drive. Dios, realmente esa canción era muy buena, merecía que le dedicara un tiempo exclusivo. La “breve descripción del tercer viaje de Colón” podría esperar los no mas de tres minutos que duraba el tema, y además ya tenía derecho a un pequeño descanso; había hecho más de la mitad del trabajo, así que coloqué el libro y el cuaderno debajo de mi cama, sin cerrarlos por temor a que se perdiera la página por donde había quedado; subí el volumen de la grabadora, y me acurruqué en mi cama con los ojos cerrados, dispuesta a concentrarme únicamente en la voz de Gerard, tan exquisitamente desgarradora, tan juvenil, pero perturbadora… realmente me había enamorado de su voz, y no solamente de ello… en realidad, habían muchas cosas que me gustaban de él, o mejor dicho, la grandísima mayoría de las cosas, de sus cosas para ser más exacta…
Amaba sus gestos, tan irresistibles…Amaba cada una de sus palabras, de sus locuras, de sus defectos, de sus virtudes, de sus miedos; amaba su personalidad en sí, a pesar de nunca haberlo conocido… amaba todo lo que estuviera relacionado directa o indirectamente con él.
Lo sé, es totalmente inútil sentir este tipo de admiración por alguien que no sabes que existes, que nunca conociste, y que nunca conocerás tampoco, por una figura pública, más que una verdadera persona como tal; por un mortal, tan simple como todos… pero no, no; no era como todos…había algo, algo, que lo hacía diferente a los demás… o quizás no había nada, quizás solo me gustara porque era él, y no había ninguna otra explicación.
Gerard era un hombre tan imperfecto, pero tan maravilloso en su imperfeccionismo…nunca pensé que fuera posible enamorarse tan enfermizamente de alguien, teniendo tan poco fundamento para hacerlo, pero él era la excepción a la regla de mi cordura. Él me había cautivado como nadie lo había hecho nunca antes, a cientos de miles de kilómetros de distancia…

“Way down…way down…” su voz entrecortada y medio ahogada me estremecía y no podía reprimir que muchos malos pensamientos acudieran a mente, sobretodo también, al ver alguno de la veintena de afiches que decoraban la habitación con su cara…
No podía dejar de contemplar su expresión completa; sus labios, que imaginaba a menudo posados sobre mi oreja, susurrándome cosas hermosas, sus ojos verdes, penetrándome como ninguna otra mirada lo hacía…su pelo grueso y negro, que moriría por tener entre mis dedos…
Como deseaba tenerlo, que fuera mío, mío, y nada más que mío. Era algo imposible, lo admito, pero mirarlo y escucharlo al tiempo, pensarlo, imaginarlo, soñarlo, era lo más parecido a tenerlo, por lo que momentos como este para mí, eran perfectos, y no había nada ni nadie capaces de arruinarlos…aunque las malditas interrupciones sean inevitables… ¡rayos! ¿ por qué justo ahora tenía que sonar el teléfono?
No había más remedio que atender, estaba sola en casa.
Entonces pausé la canción, ya que no quería perderme nada, y corrí a contestar la llamada.
Me sorprendí gratamente al escuchar la voz de Kim, mi mejor amiga.
Yo: hola…
Kim: hola Lau, como andas?
Yo: bien y tú?
Kim: pues bien…bien. ¿Qué hacías?
Yo: bueno, estaba un poco ocupada, ya sabes, el estúpido taller de sociales.
Kim: ahh bueno, perdona que te interrumpa, pero…
Yo: no, está bien, de todos modos ahora estaba descansando un poco, escuchando my chemical, como siempre.
Kim: claro…
Yo: que tienes Kim?- le pregunté un poco inquietada. Notaba su voz algo…apagada, triste, no sé muy bien qué era.
Kim: nada, nada…
Yo: pasa algo?- insistí.
Kim: bueno, la verdad…sí.
Yo: cuéntame.
Kim: mira laura, creo que va a ser muy difícil decirte, porque va a ser duro para ti.
Yo: para mí?- eso no me lo esperaba.
Kim: sí, para ti…te digo?- titubeó.
Yo: pues claro!
Kim: bueno…te diría que pusieras el noticiero y sería más fácil, pero alguien tiene que decírtelo, porque vas a necesitar consuelo. Y bueno, yo soy tu amiga, así que tengo que hacerlo, porque quiero que sepas que estoy en todas contigo, para lo que necesites…
Yo: gracias kim, ¿pero puedes hablar de una vez?
Kim: ajam…- dijo, con voz temblorosa. Hizo un pequeño silencio.- te lo voy a decir de una. Gerard… Gerard Way sí...
Yo: que pasó con gee?- salté en seguida.
Kim: mira, la cosa es que Frank fue a visitarlo, y no encontró nadie su casa… o bueno, la cosa es que sí encontró a alguien, pero… pero…muerto, ¿entiendes…?- esto último me lo dijo en un susurro, con la voz quebrada, y tan rápido que fue un milagro entenderla…o bueno, en realidad, no entendía aún; no, no entendía nada. No podía ser verdad, no podía haberla entendido…muerto…muerto… esa palabra no dejaba de resonarme en la mente…
Kim: ehh…lau…?- murmuró, a ver que no respondía… sin embargo no era capaz de hacerlo, no podía hablar con ese nudo en la garganta.
Yo: Kim…- le dije entonces, con voz quebrada…- puedes decirme lo que le pasó a Gerard?
Kim: de acuerdo… Gerard está muerto Laura, muerto… lo mataron.
Listo. Era eso lo que quería escuchar. Sin más rodeos.
Las lágrimas habían comenzado a rodar silenciosamente por mi rostro, era algo inevitable.
Gerard estaba muerto. Tenía que asumirlo, se supone que era cierto.
Pero…no! Qué hacía? No, no podía morir, no él… no ahora por lo menos. No era cierto, no podía ser, así de sencillo.
Yo: Kimberly, esto es una broma, no?... no me la creí…- susurré, entre sollozos.
Kim: no lau, no es una broma.
Yo: por qué me haces esto, kim? Yo sé que no es verdad!- insistí, intentando convencerme de mis propias palabras.
Kim: lau, tu y yo sabemos que estoy en lo cierto…- me dijo, con franqueza.
Yo: ay, cállate!- exclamé, en un ataque de desesperación. Tiré el teléfono con fuerza contra el piso, y corrí hacia mi cama, donde me dejé caer, destrozada y me entregué al llanto por completo, sin compartir mi pena con nadie más que mi almohada.
No podía creerlo. Gerard way, mi gee, mi gerardito... asesinado… desvié mi vista automáticamente hacia el afiche más grande que tenía. Vi su rostro, observándome fijamente, y sentí que mis ojos se secaban en una descarga de llanto incontenible, que mi pecho iba a estallar de tanto que me dolía el corazón, que iba a morir yo también, asfixiada, por el nudo que tenía en la garganta.
Era el fin de todas mis esperanzas.
Siempre había soñado, como cualquier fan, con estar en un recital suyo, con escucharlo en vivo, con verlo así fuera de lejos, con estrechar su mano, con tener su autógrafo… aún así, mis fantasías habían sobrepasado los límites; conocerlo, enamorarlo, casarnos, tener hijos, envejecer juntos…
Y sin embargo la muerte se lo llevaba todo. Era lo último. El fin. El fin de lo que había sido Gerard Way. Él se iba de mi vida tan de repente como apareció.
¿Cómo podía estar muerto? Estaba segura de que lo estaba, la voz de mi amiga no tenía una nota de burla, ni de mentira. Pero aún existía alguna remota posibilidad. ¿Qué tal que ella se hubiere equivocado? ¿ y si la habían engañado?
Sin pensarlo un segundo más prendí el televisor, buscando algún canal internacional donde dijeran algo acerca de gee…MTV.
Wow! Dead…! Sonreí un poco. Era genial, hacía siglos no pasaban ese video! Pero… por qué lo…? Claro. No; aún así no habían dicho nada, podía tratarse de una mera coincidencia. No había por qué desalentarse antes de tiempo.
Había terminado el video…¿que vendría ahora? I dont love you…
Una canción hermosa, un video hermoso...y lo peor de todo es que gee salía tan, tan…! Esto era demasiado para mí. Dos videos seguidos de my chem… nunca creí rogar para que terminara alguno de sus videos, pero en estos extremos…
El presentador, por fin!
- y continuamos con este gran tributo a Gerard way, el miembro recién fallecido de my chemical romance.
Para quienes no lo sabían, este hombre nació en New Jersey hace treinta y un años, el nueve de abril de mil novecientos setenta y siete. Ya desde niño cantaba, incitado por su abuela Helena, y a la edad de nueve años hizo su primera presentación en una obra escolar, donde interpretó a peter pan…- permanecí en shock. Paralizada, no podía apartar la vista de la pantalla del televisor, donde pasaban imágenes suyas mientras el presentador continuaba recitando su biografía…

GERARD WAY.
1977-2009

Esto apareció en un fondo negro con letras blancas y cursivas al terminar la biografía, acompañado de una fúnebre melodía de piano.
Ahí me dí cuenta, que después de todo si era cierto que había sucedido, que realmente, había terminado. Que Gerard Way, había fallecido.
Yo: hola, ¿habla kim?
Kim: laura! Sí, soy yo, ¿Cómo estás?
Yo: ehh…estoy, estoy…- no era capaz de terminar la frase, mi voz temblaba tanto como mis manos. A decir verdad, había sido estúpida ¿cómo se me había ocurrido llamarla? Pensé que después de tres horas de llanto, encierro, y tristes pensamientos hubiera podido estar lo bastante desahogada como para poder siquiera estar en la capacidad de hablar con alguien, pero ahora me daba cuenta que me sentía cada vez peor. Aún así tenía que pedirle disculpas, había sido grosera con ella.
Kim: ehh…entiendo, no necesitas decirme…
Yo: gracias. Kim, había llamado a pedirte perdón, porque tu fuiste la única persona que tuvo el valor de llamarme, y decirme que gerard…bueno…-otra vez ese maldito llanto- que gerard estaba muerto.- solo pude completar eso, porque no podía dejar de sollozar.
Kim: tranquila Lau, sabes que siempre puedes contar conmigo. Ya sé que es muy duro para ti, pero ya vas a poder superarlo. Piensa que el va a estar en un lugar mejor.
“Well i think i gonna burn in hell…”- fué lo primero que se me vino a la mente al ella decirme esto último.
Claro, en un lugar mejor. Tal y como lo decía en sus canciones. Otro motivo más para preocuparme.
Ya se me habían ido del todo las ganas de hablar con ella.
Yo: sí, tienes razón, debe estar en un lugar mejor. Después hablamos, ¿dale?
Kim: sí, como quieras.
Yo: claro…- y sin más, colgué el teléfono. Ahora tenía más que claro que no hablaría con más nadie en menos de una semana. En el fondo sabía que con estar encerrada en mi dormitorio lleno de posters de Gerard, y oyendo su voz todo el tiempo, lo único que conseguiría sería empeorar aún más mi estado de ánimo, pero era algo inevitable, no pensaba dejar de hacerlo, y aún así veía muy remoto el día en que volviera a ser feliz.

- Laura, bajas a comer, ¡ahora!- me gritó finalmente mi madre, después de diez minutos de estar insistiéndome que fuera a la mesa.
Yo: ya te dije que no quiero mamá, no pienso salir de aquí! ¿no entiendes que me siento mal, que no tengo ganas de estar con nadie, que me quiero morir?
Mamá: por dios niña! No seas exagerada! No puedes ponerte así porque se murió un cantante!
Yo: no era un cantante! Era gerard! Y sabes que no es lo mismo…
Entonces, ella me miró con una mezcla de lástima e irritabilidad, yo sabía que en el fondo me comprendía.
Mamá: de acuerdo. ¿te subo la comida entonces?
Yo: no, no hace falt…
Mamá: ni creas que vas a dejar de comer con esa excusa.- me interrumpió.- y mientras sirvo, ves alistando el uniforme. Mañana tienes educación física.
Yo: hey! Yo no voy a ir al colegio mañana!
Mamá: claro que vas a ir.
Yo: mamá, ¿Qué entiendes por “no querer estar con nadie”?
Mamá: laura, no puedes dejar de ir a clases, además, estar acá encerrada no te va a hacer bien. Necesitas hablar, distraerte un poco, y además…no te voy a dejar faltar.
Yo: pero mamá…!- ya se había ido. ¿por qué siempre tenía que terminar haciendo lo que ella quería? Lo peor de todo es que siempre tenía la razón…
En pocos minutos llegó con una sánduche de milanesa en una mano y un vaso de jugo en la otra.
Mamá: arreglaste el uniforme? Déjalo preparado esta noche, mañana no te conviene volver a llegar tarde.
Yo: no quiero ir! – insistí.
Mamá: toma tu comida.- dijo, apoyando las cosas en el escritorio.
Yo: dije que no quiero ir.
Mamá: lo sé.
Yo: o sea que…no voy?
Mamá: claro que vas a hacerlo. Ya te lo dije.- y desapareció detrás de a puerta.

A la mañana siguiente entré al salón, con la vista baja y sin detenerme a saludar a nadie, intentando pasar desapercibida, como de costumbre.
- laura! – me di la vuelta. Era Kim. Me faltó aclarar, no sólo era mi mejor amiga, sino también la única que tenía.
Yo: Hola…
Entonces la ví venir hacia mí, con los brazos estirados y una sonrisa triste, y al llegar en frente mío, me estrechó con un fuerte abrazo, tan cálido como solo un amigo puede hacerlo sentir, y tan prolongado como yo quise que fuera, porque era tan reconfortante para mí que no quería que terminara más.
Al separarnos, estaba bañada en lágrimas…
Kim: vamos a sentarnos Laura…- me dijo, dándome algunas palmadas en la espalda.
Yo: sí, por favor.- y nos dirigimos a algún apartado lugar del salón.
Me volví hacia la pared, no quería que me vieran llorar, ni que vinieran a hacer preguntas tontas, sin ningún sentido para mí.
Vimos entonces, que un corro de curiosos se tornaba alrededor de alguien, todos murmuraban, y sin embargo yo ignoraba de quien se trataba, aunque tampoco me interesaba mucho averiguarlo, pues que en realidad, ya no me interesaba nada.
Kim: que habrá pasado?
Yo: quieres ir a ver?
Kim: de acuerdo, ahí vengo. – me dijo, y se dirigió hacia ellos.
Pero no tuve necesidad de esperar a que mi amiga volviera…
- POR QUEEEÉ??? POR QUE A ÉL? EL QUE ERA TAN JOVEN, Y HERMOSOO, YO LO QUERÍA TANTOOO! VOY A MATAR AL ESTÚPIDO QUE LO ASESINÓ, VOY A MATARLO CON MIS PROPIAS MANOOS!
Bajé la vista, e intenté calmar la rabia que sentí en ese momento…¿ por qué era tan falsa, por qué siempre ella tenía que ser el centro de atención?
Kim: debimos suponerlo Lau…- murmuró, al regresar.- la estúpida de Daniela “agonizando” por la muerte de gerard…
Yo: sí, ya la escuché…es una ridícula escandalosa, ella no está sintiendo nada! Si al menos le doliera la mitad de lo que me duele a mí…- exclamé, sollozando.
Kim: ya, no empieces a llorar de nuevo, ¿sí? No hagas como la otra idiota, que lloraba mientras besaba su cuaderno con la foto de gee…
Yo: no me hables más de ella ¿quieres?
Kim: sí, tienes razón, sería lo mejor…
Y ambas quedamos en silencio, escuchando los lamentos de nuestra insoportable compañera de clases…
De repente, sentí a alguien caer sobre mis espaldas…
- Oh, Laurita, mi queridísima Laura! Que mal debes estar por su muerte, ¿cierto? – me dijo la desagradable de oír voz de Daniela, que ahora me abrazaba por detrás. Observé que ahora medio salón se volvía hacia nosotras.
Yo: hola…Daniela.
Dany : wow, no pareces sentirte tan mal como yo pero…
Yo: es evidente que me siento mal. – la interrumpí.
Dany : sí, sí, claro, desde luego, aunque no sé…me da la impresión de que estás muy…normal! Realmente me decepcionas niña, pensé que gee significaba mucho más para ti…
Yo: mira, me parece que estás equivocada, corazón…-murmuré, furiosa.- yo no necesito alardear de mis sentimientos hacia él, porque sencillamente no me importa lo que pienses tú o lo que piense nadie! Si lloro, prefiero no hacerlo en frente de todos, y si grito, o me deprimo, es porque de verdad lo siento, no porque estoy necesitada de atención, como tú!-
Al callarme, sentí todas las miradas sobre mí… todos me observaban estupefactos, nadie decía una sola palabra.
Dany : nada de eso!- exclamó ella entonces.- Gerard es lo más importante para mí, y yo soy su fan número uno! ¿cierto naty?- le preguntó a una de sus tantas amigas.
Naty: por supuesto dany, puedo asegurarlo.
Dany: exactamente. Yo tengo cuarenta y cinco posters de los chicos,la caruchera, la mochila, cinco camisetas, dos pares de zapatos, seis manillas diferentes, ocho gargantillas, y todos los CDs de la banda! También tengo el autógrafo de Gee, que mandó desde New Jersey especialmente para mí.- todos lanzaron un murmullo de admiración al oír esto último.
Yo: eso no es verdad.- le espeté
Dany: claro que lo es, lo que pasa es que no puedes creerlo, porque tu dices ser fan y no tienes ni la mitad de las cosas que yo tengo!
Yo: eso no tiene nada que ver! Ser fan no es tener plata para gastar en cualquier cosa que tenga el logo de my chemical romance impreso! Ser fan es… es…son muchas cosas en realidad.
Dany: no sabes ni qué decir.
Yo: tienes razón. No sé ni qué decir. Porque es algo tan profundo lo que siento, que no puedo decirlo con palabras, ¿entiendes? No puedo…- dije, con la voz ahogada… de repente, me encontré llorando nuevamente.
Kim: ya lau, no sigas…no necesitas darle explicaciones.- me consoló.
Yo no pude responder siquiera… me había vuelto hacia la pared, y cubierto la cara con las manos. El llanto se había vuelto incesante.
Dany: por fin empiezas a dar muestras de algo, niña…
Yo: ya cállate!- exclamé, llena de ira…- ¡por qué no te vas a dar tu espectáculo en otra parte y me dejas en paz!
Dany: estás destrozada…pobrecilla. Eso te pasa por reprimir tanto tus emociones. Deberías ser como yo…
Naty: tú eres genial, dany.
Dany: lo sé. Y también tengo muy buen corazón, ¿sabes, preciosa?-
Yo ni siquiera me volví a mirarla. Intentaba ignorarla, pero sabía que en algún momento estallaría.
Dany: por eso, tu y tu amiga quedan invitadas esta noche.
Kim: a qué te refieres?
Dany: no están acostumbradas a ser invitadas a algo, cierto?
Kim: puedes hablar de una vez?
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CONTINUARÁ...espero que les guste =)