Status: Activo, pero lento...

1 minuto y medio en la realidad

19 de Octubre (5. Demian)

Ya me he leído el libro y me encanta.

Por la mañana, estuve todo el recreo en el ordenador intentando buscar información, pero no encontré nada. Al entrar de nuevo en clase, vi una nota escrita en la última hoja de mi cuaderno de matemáticas. "No te metas donde no debes". Esto me está empezando a asustar. Necesitaba urgentemente hablar con Thomas.

Después de las clases, fui a casa de Thomas y me encontré con la puerta abierta. Cuando entré, me encontré cara a cara con Rubén y su aire malvado. Llevaba una camiseta de Green Day, unos pantalones grises y unas converse.

Se oían voces, pero no sabía exactamente desde donde venían. Se me había olvidado que Rubén estaba en frente mio, parado sonriendo. Y de repente rompió el silencio.

- Tu Romeo está ocupado hablando con Demian, parece que Julieta tendrá que esperar un poco. - Me dijo con su sonrisa permanente. No sé que pensar de él, es demasiado raro. Dí un largo suspiro.

- Primero: Thomas no es mi Romeo, ni yo su Julieta. Y segundo: No me importa con quién está hablando. ¿Donde está? - dije algo enfadada.

Oí unos pasos detrás mio, y me giré muy rápido. Todavía seguía algo asustada por lo de la nota. No sabía que sería lo siguiente ¿Tan fácil es encontrar información sobre mí y enviarme amenazas? Había un chico más o menos de la misma edad que Thomas y yo. Era el primo de Thomas, Demian.

-¿Es ella?- dijo Demian susurrando, inspeccionandome desde cerca con sus grandes ojos verdes. Thomas le mando una mirada asesina.

-Primo, tu dijiste que... No te pongas así.

- Nos falta colarnos en la base de datos de la policía. ¿Estas dispuesta?- dijo Thomas demasiado serio, como si estuviera enfadado conmigo. Se me hacía difícil ver que era el mismo chico que me besó la mejilla. Era muy serio, me decepcioné un poco.

- Está bien, pero necesitamos prepararnos. - dije triste.

Subimos a la buhardilla, era alucinante. Parecía un laboratorio, había de todo. Empezaron a andar con los ordenadores y me sentí como un bebe. Los veía hablar pero no entendía nada.

- Lo siento por lo de antes. Pero si actuó normal contigo en frente de Rub... Ya sabes. - me dijo sonriendo.

- Thomas no me para de hablar de ti desde que llegué.- dijo Demian explotando como una bomba, como si no pudiera estar sin decirlo.

- ¡Eh!

No pude evitar sonreír. Mientras ellos buscaban la forma más rápida de colarse y extraer la información de los ordenadores de la policía, yo me dedicaba a observarlos. No se parecían. Thomas era divertido, trabajador, simpático... Y Demian era como un niño pequeño charlatán. :)

Por las ocho me acompañaron a casa. Demian no paraba de hablar de lo mucho que le gustaban los comics, era el único que hablaba. Thomas y yo no nos podíamos contener la risa. Y Demian se quedo confuso, el pobre tuvo que irse a casa porque se dejo el ordenador encendido.

Cuando llegamos, a mi casa. Thomas me beso la mejilla y noté como me metía algo en el bolsillo del pantalón.

Me fui corriendo a mi habitación, mientras mi madre se preguntaba porque tenía tal sonrisa.

Me metió un colgante en el bolsillo. Era precioso. Aunque haya decidido no contarle la amenaza, sé que en él puedo confiar. Se que puedo confiar en mi Thomas.