Story of My Life

Al día siguiente quedé con mi hermano en una cafetería. Cuando llegué -a las 12.05- estaba sentado en una mesa de fuera.

"Buenas, hermanita." Me dijo.
"Hola." Me senté. James hizo un gesto al camarero y este se acercó.
"Dos cafés y dos magdalenas de chocolate." No hizo falta que le dijese lo que yo quería; me conocía perfectamente.
"¿Qué tal?" Le pregunté cuando se fue el camarero.
"Bien...con poco trabajo -pinta tiras de cómic para un periódico y dibuja en su tiempo libre-, así que tranquilo. ¿Y tú qué?"
"Bien." Sonreí.
"¿Tienes algo que contarme?" Me preguntó. Mi cambio era notable, y estaba claro que no había sido por arte de magia. Además, James me conocía demasiado bien como para no saber que algo pasaba.
"A lo mejor." Me reí.
"Vamos..." Sonrió.
"He conocido a alguien."
"Oh."
"Me ha ayudado mucho..." Ladeé la cabeza y sonreí ligeramente.
"¿Y cómo dices que se llama tu novio?" Se rió. Sí, James me conocía muy bien, mejor que nadie.
"John." Sonreí más al decir su nombre.
"Me alegro por vosotros." Me dijo, poniendo su mano izquierda en la mesa, encima de la mía.
"Bueno, y ¿qué hay de ti? ¿Alguna novia?" Hice que James apartara la mano y se enrojeciera un poco.
"Me gusta una chica...pero nada más."
"Cuenta."
"Trabaja en el periódico...su nombre es Kate."
"¿Y por qué no la invitas a salir?"
"No sé." Se encogió de hombros.
"Prométeme que lo harás." Le pellizqué un moflete, sonriendo.
"Lo haré, ¡pero suéltame!" Me reí de la cara que puso.

Me invitó a comer, y volví a casa hacia las 3 de la tarde. Hace tiempo que no pasaba quality time con mi hermano.

Entré a casa y vi a Dakota, Garrett, y a un niño de unos 6 años.

"Hola?" Dije, confusa.
"¿Quieres patatas?" Me ofreció Garrett.
"¿Qué tal con tu hermano?" Me preguntó Dakota.
"Bien, bien." Y asentí a Garrett, acercándome a el y cogiendo patatas de la bolsa. "¿Quién es él?" Pregunté por el niño.
"Ah, sí, él..." Dijo Dakota.
"Mi primo." Dijo Garrett. "Logan."
"Ah. Hola Logan." Le saludé con la mano, sonriendo. "Pues, nada, yo me voy a mi cuarto. Buena suerte." Me acerqué a las escaleras, pero al empezar a subir Dakota me habló.
"Respecto a eso..." Tosió.
"No estarás a punto de pedirme que cuide de él, no?" Es que Garrett y ella no podían hacerlo?
"Es que tengo que ayudar a mi madre, tiene una boda y..."
"Y que hay de ti, garrett? es tu primo!" Me quejé
"Yo tengo que hacer unas cosas de 4 a 6. PEro a las 6 te juro que estoy de vuelta. Por favor...?"
"Tú me compras gominolas." Señalé a Garrett. "Y tú...esta noche haces la cena." Señalé a Dakota.

En realidad solo eran dos horas, asi que no me importaba mucho. Me gustaban los niños -gracias a dios que no era una niña-, asi que ya se me ocurriria algo con lo que pasar el tiempo. Mis peticiones a Garrett y Dakota eran un poco por capricho, la verdad. También me haría cargo de Logan a cambio de nada, ya que no parecía que diese mucha guerra.

Estuvimos todos en la sala hasta que me quedé sola con Logan.

"¿Qué te parece que vayamos a por unos helados?" Le pregunté.
"¿Podemos llevar a Lucky?" Me preguntó.
"Claro."
"¿Y puedo llevarlo yo?"
"No veo motivo por el que no puedas..." Me reí. "Pero si te tira y no puedes, dímelo. no queremos que te hagas daño, verdad?"
Logan asintió y salimos de casa. HAcía bastante calor, así que no me preocupé en llevar chauquetas. Logan era muy obediente, y una ricura de niño. Tenía los ojos verdes y el pelo castaño claro. Parecía recién salido de un anuncio de televisión.

Llevó a Lucky durante todo el camino, ya que este no le tiró e iba a su lado todo el tiempo. Llegamos a la heladería más cercana, y le compré un helado de vainilla y chocolate. Yo elegí uno de fresa.

Nos sentamos en un banco y pensamos, que al llegar a casa bañaríamos a Lucky, ya que también estaba comiendo helado -el que no quería Logan- y se estaba poniendo perdido. Entonces, mi teléfono empezó a sonar. Era John.

"Hola." Respondí.
"¿Qué haces?" John me pregunto.
"Estoy cuidando del primo de Garrett."
"¿Logan?"
"Sí, Logan." Logan seguía dándole helado a Lucky.
"¿Dónde estáis?"
"Oye, ¿quién te ha dicho que estás invitado?" Me reí.
"¿Quién es?" Me prgeuntó Logan.
"John." Le respondí.
"Johno?" Me preguntó abriendo más los ojos. Le asentí. "Dile que venga!"
"Bueno, me dicen por aqui que puedes venir." Me volví a reir. "Estamos en la heladería de al lado de casa." Bueno, al lado, un par de calles más abajo.
"Estaré ahí en unos minutos."