Story of My Life

"Otra vez solos." Dijo John, sonriendo.
"Sí..."
Después, estuvimos en silencio un par de minutos.

"Me gusta el motivo del tatuaje..."
"Gracias." Le sonreí y miré al vaso de zumo para después darle un trago. "Tú tienes unos cuantos."
"Más de los que me has visto." Dijo riéndose.
"Ehm...no sé como interpretar eso." Moví las cejas de forma rara. John se volvió a reír.
"Tengo uno en las costillas, otro en la zona pélvica y otro en la boca."
"¿En la boca?" Me extrañó. Nunca había visto a nadie con un tatuaje en la boca.
"Bueno, en los labios." John puso dos dedos en su labio inferior y lo arrastró un poco hacia la barbilla, mostrando un tatuaje en el que se leía "LIVE".
"¿Dolió?"
"No mucho." Sonrió y me cogió la mano que tenía agarrando el vaso, la del tatuaje. Tenía el plástico puesto, así que no se podía ver perfectamente, pero lo estuvo mirando igualmente. "Me gusta."
"No es nada del otro mundo." Dije sonriendo, terminando el zumo. "Bueno..." Supuse que sería hora de irme a casa.
"¿Quieres ir a algún sitio?"
"Supongo que a casa..."
"Te invito a comer." Dijo con una gran sonrisa
"Hm...vale, por qué no..." No me pude negar. Me daba la sensación como si de verdad no le importara estar conmigo...y me gustaba. Me gustó cuando me cogió la mano para ver el tatuaje. Me gustaban sus ojos, sus tatuajes, su sonrisa. Otra vez. Me estaba empezando a gustar. Qué digo empezar, YA me gustaba. Sin empezar y sin terminar, me gustaba, a secas. Envié un sms a Dakota diciéndole que no iba a ir a comer a casa y salimos del bar.

Yo iba un poco por detrás de John, ya que no sabía cuál era su coche. Nos acercamos a un coche blanco, y supuse que era el suyo, así que esperé en la parte del copiloto a que él abriera el coche.
"Oye..." Se oyó la voz de una mujer. Se dirigía a John con un niño pequeño en brazos. "¿Podrías cuidarlo mientras saco el cochecito del maletero?" preguntó la mujer.
"Claro, ningún problema." Le respondió John mientras cogía al pequeño.
El niño era muy sonriente y John estuvo entreteniéndole. Era la cosa más bonita que había visto en mucho tiempo, y no me refiero al niño. Apenas fueron un par de minutos, y gracias que no fueron más, ¿es que este hombre no tenía defectos? Sonreí mucho. John me miró cuando aún estaba haciéndole cuentos al niño, y sonreí más, tanto que mis labios se despegaron y ya no eran una simple linea curvada, era la primera vez que sonreía con verdaderas ganas en ocho meses. Por muy cursi que parezca, el sonreír así me hizo sentirme feliz, muy feliz. John se dio cuenta.

La mujer volvió con el cochecito montado, y cogió al niño para después dar las gracias. John abrió el coche y entramos.

"Te he visto." Dijo.
"Lo sé." Volví a sonreír y me puse el cinturón.
"Tendré que adoptar un bebé si quiero verte sonreír así más a menudo." Bromeó.
"No me despegaría de ti." También bromeé. Bueno, lo dije como si fuera una broma, pero creo que en fondo lo dije de verdad.
No tenía ni idea de adonde me llevaría a comer, tampoco es que me importara mucho.

Tras unos minutos llegamos al "Drive thru" de un McDonald's. Después, recogimos el pedido y John siguió conduciendo.
"¿Donde vamos a comer?" Pregunté. Pensé que el lugar al que íbamos no podía estar muy lejos, ya que la comida se enfriaría.
"Aquí." Dijo John, aparcando.
No habían pasado ni dos minutos desde que cogimos la bolsa de McDonald's, así que o estaba muy cerca, o John había ido muy deprisa.

Salimos y yo llevé la bolsa, John llevaba una toalla o algo parecido. Cerca de donde estaba el coche, había un césped con unos cuantos árboles, John puso la toalla en el suelo, y nos sentamos. Saqué la comida de la bolsa y empezamos a comer.
"Qué bonito es esto." Dije dándole un mordisco a mi hamburguesa. Después comí unas cuantas patatas. Era realmente bonito, sí. Los rayos de sol se filtraban entre las ramas de los árboles, lo que daba suficiente claridad. También había un poco de viento, que venía bien dado al calor que hacía. Desde donde estábamos -un sitio alto de la ciudad-, se veían casas, gente cortando la hierba de sus jardines o familias que volvían con bolsas de supermercado a casa.
"Sí, suerte que no suele venir mucha gente." También le dio un mordisco a su hamburguesa, con el cual se comió la mitad de ella.

Recordé que solía ir de picnic cuando era pequeña con mis padres. Siempre íbamos al mismo sitio, a un lugar en el monte. Ese era un recuerdo feliz para mí. En ese momento en vez pensarlo, hablé en alto.
"Tengo que concienciarme de que pensar en mis padres no es malo, si no bueno. Tengo que estar feliz porque sucedió y lo viví en su momento, y como regalo, me quedan los recuerdos.Y los recuerdos son los que me traen una sonrisa a la cara. " Dije. Siempre se me escapa lo que estoy pensando, joder.
John me miró y asintió, sonriendo. "Eso es."
Me terminé la hamburguesa y vi que John ya se había terminado la suya hace tiempo, al igual que sus patatas. Me había estado esperando para comer el postre. Podría acostumbrarme a esto perfectamente, cada vez me gustaba más estar con él.

*Narra John*

Verla sonreír así me destruyó un par de órganos. ¿Le había hecho sonreír por primera vez en ocho meses? ¿Yo? Cada vez me gustaba más estar cerca de Jessie. Esta chica era una buena influencia en mí.
No voy a mentir, me encantó haber sido el primero al que habló sobre lo de sus padres de forma personal, pero me gustaba aún más que a partir de que eso sucediera, cada día fuera, a pequeños pasos, volviendo a ser una persona feliz.

"Tengo que concienciarme de que pensar en mis padres no es malo, si no bueno. Tengo que estar feliz porque sucedió y lo viví en su momento, y como regalo, me quedan los recuerdos.Y los recuerdos son los que me traen una sonrisa a la cara. " Dijo.
"Eso es." Respondí. Decía cosas de un momento a otro. A veces parecía que estaba pensando, pero de repente, soltaba alguna frase. Y a veces, las frases me descolocaban. Poco tiempo me hizo falta estar con ella para darme cuenta que sí, solía estar pensando, y sí, también solía estar observando. Joder, ¿tiene algún defecto?

"¿Qué sueles hacer normalmente?" Le pregunté. Dándole un McFlurry a ella, y cogiendo otro para mí.
"¿Cuándo?"
"Pues...en el día a día."
"¡Ah! Estar preparada para las 10 y...ir a visitar a mi hermano, o hacer cosas que Dakota me dice. Ya que no trabajo, suelo hacer la compra, cortar el césped...acompañar a Garrett a hacer cosas...¿por?"
"Por interés, supongo."
"¿Y tú?" Preguntó.
"Dormir hasta tarde, a no ser que tenga cosas que hacer con el grupo, y luego...salir por ahí con mis amigos."
"Te estarán echando de menos." Dijo, parecía sentirse culpable.
"Se las arreglarán perfectamente sin mí." Me reí. Jessie sonrió y dirigió la mirada al suelo, supongo que pensó algo que le hizo gracia. O lo que dije. Nunca lo sabría. "Oye..."
"¿Si?" Respondió.
"¿Quieres salir a cenar mañana conmigo?" Dije en un arrebato.
"Su...pongo que sí." Era la primera vez (creo) que me había dicho un "sí", y no "no estaría mal" o "no tengo nada más que hacer". ¡Esto iba viento en popa! Bueno, en realidad no, pero era un paso, ¿no?
"Bien." Dije satisfecho, después sonreí y miré a Jessie a los ojos, esos ojos semejantes a un mar en el que me perdería de por vida si de mí decisión se tratara. Tenía toda la boca manchada. "¿Por donde comes tú?" Me empecé a reír.
"¿Qué?" Dijo poniendo una cara rara.
"Tienes toda la cara de helado."
"Ah." Sonrió y sacó un pañuelo de papel del bolsillo, para después limpiarse.
"Oooooooh."
"¿Qué pasa ahora?"
"El helado te sentaba bien." Metí el dedo índice en mi helado y le manché la nariz.
"¡Eh! ¡Que solo tengo este pañuelo!" Dijo enseñándome el pañuelo, ya usado. Entonces me tiró helado con la cuchara.
"¡Eh! ¡Que solo tienes ese pañuelo!" Dije bromeando.
"Y por ninguna razón iba a dejártelo." Sonrió otra vez de la forma que sonrió hace unas horas. Lo que acababa de decir ya no sonaba convincente después de esa sonrisa.
"Ah, ¿no?" Me volví a reír.
"No." Dijo tirándome helado una vez más.
Cogí un poco de helado con la cuchara, tal y como había hecho ella antes, y se lo tiré.

Terminamos con helado hasta en los oídos.

"Toma." Le dije a la hora de irnos, dándole la toalla y riéndome. "Límpiate un poco que me vas a dejar el coche hecho una mierda." Tenía helado por todos lados, pantalones, camiseta, pelo, cara, brazos...Y mejor que se lo quitara cuanto antes, o se lo quitaría yo a lametazos.
Yo también estaba parecido. Me pasó la toalla y me la pasé por la cara y la cabeza, por si tenía helado en el pelo. Me quité la camisa y nos montamos en el coche. Espero que no hiciera que Jessie se sintiera incómoda, al fin y al cabo, si me había ido a un concierto, probablemente ya me había visto antes.

Llegamos a su casa hacia las 4 de la tarde, aparqué y le acompañé a la puerta.
"Mañana pasaré hacia las...7, ¿te parece bien?" Pregunté.
"Sí, está bien." Y volvió a sonreír.
"Bueno...pues nos vemos mañana..."
"Sí."
"Adiós." Dije. Joder, no terminaba de despedirme, ni que fuera mi novia.
"Hasta mañana."
Entonces sonreí y me fui al coche.

*Narra Jess*

Entré a casa y Dakota estaba viendo la tele.
"¡Hombre! ¡Por fin estás aquí! Me tenías preocupaba."
"¿No te llegó mi mensaje?"
"Sí, pero solo ponía que no ibas a venir a comer. Igual te había secuestrado, o...¡yo qué sé!"
"A la mañana me he ido con Garrett y luego he estado comiendo con John..." Sonreí al pronunciar su nombre.
"¿Eh?" Me miró perpleja. "Eso era una...¿sonrisa? ¡Era una sonrisa!" Y volví a sonreír. Dakota se tiró encima mio y me abrazó.
"Eh, que me vas a dejar sin respiración."
"Jess puedes levantarte a la hora que quieras de aquí en adelante, y puedes salir con John cuando quieras, si hace falta, deja de hacer la compra, lo que quieras." Dijo emocionada, casi sin que le pudiera entender de lo deprisa que hablaba.
"Voy a seguir haciendo mis deberes, Dakota, sigo viviendo en esta casa."
"Da igual. Si alguna vez no puedes hacer algo ya lo haré yo."
"¡Que no te digo! Trabajas como una loca y yo no hago nada. Yo sigo con lo mio, y tú con lo tuyo. Y punto final."

Esta tía estaba trastornada, igual que su novio. Si dejara de hacer la compras, limpiar la casa y demás cosas, y si ella empezara a hacerlas, moriría de estrés o algo así. Además, me gustaba hacer esas cosas. Le dije que me iba a llevar a cenar al día siguiente, y Dakota se puso más que contenta.
"¡Perfecto! ¿Tienes algún vestido?" Me preguntó.
"Creo que...sí."
"Jo, estaba deseando ir de compras." Sonreí a lo que dijo Dakota.

Me duché, cené con Dakota viendo la tele, y me fui a la cama.

Hace tiempo que no cenaba viendo la tele y hablando simultáneamente. La casa empezaba a estar más alegre, era la primera vez que se oían risas y voces a partir de las 8. Había malgastado ocho meses de mi vida estando triste por algo que no tenía remedio. Las cosas pasan, y es verdad que no hay que olvidarse de ellas, pero tampoco tienes que parar de vivir. Y todo esto gracias a John, le estaba eternamente agradecida. Si no hubiera ido al ensayo de The Maine, no hubiera conocido a John. Y si Dakota no estuviera con Garrett, no hubiera ido al ensayo de The Maine. A lo mejor Garrett tenía razón en eso que dijo en Starbucks, que necesitaba a alguien, que necesitaba amor. Me pregunto si estaría pensando en John cuando dijo eso, o en quién estaría pensando.

Me encantaba que John siempre me llamara "Jessie" y no "Jess" como todo el mundo. Me gustaba "Jess", pero cuando alguien me llamaba por mi nombre completo sentía como si a esa persona, le importara. El ejemplo es que siempre me llaman Jessie cuando me ven triste y cosas así...pero con John no hacía falta estar triste. John, John, John.