Story of My Life

*Narra John*

Estaba enamorado de Jessie, y tenía que hacer algo. Así que llamé a Dakota para pedirle que fuera mi compinche. Tenía un plan en mente y sin duda me haría falta su ayuda.

*Narra Jessie*

Después de comer, tuve que ir a comprar champú ya que se había gastado y Dakota estaba ocupada. Así que salí y me monté en el coche. Dakota me había dicho dónde vendían el champú que ella usaba, y estaba bastante lejos, ¿no le vale con un champú normal?
Me perdí, pero enseguida volví al camino correcto y llegué en poco más de 20 minutos. ¡20 minutos por un champú! De paso pensé en comprar más cosas, no había malgastado gasolina solo para comprar un champú.
Nunca había estado en ese supermercado, pero nada más entrar me apetecía comprar todo. Olía de muerte y la comida que vendían tenía pinta de estar buenísima, incluso las verduras. Fui a la caja con el champú, un par de bolsas de patatas, zanahorias, 3 tabletas de chocolate y una bolsa de gominolas. El señor que estaba en la caja me miraba raro, hasta que me tocó el turno.
"¿Eres Jessie?" Dijo cuando ya había metido todo en bolsas y estaba a punto de pagar. ¿Cómo sabía este señor mi hombre?
"S-sí..."
"Toma. Buena suerte." Me dijo con una sonrisa. ¿Qué? Buena suerte, ¿para qué? Cogí el papel que me dio y pagué. Salí del supermercado y metí las bolsas en el maletero. El papel que me dio resultó ser un trozo de cartulina verde. "Sé que soy una tarjeta, pero confía en mí." se leía en una cara de la cartulina. ¿Qué? Dakota tiene algo que ver con esto, está claro que si no, no me hubiera mandado aquí, así que supuse que no habría peligro alguno. Continué leyendo. "Sigue por el camino de la derecha y entra en la peluquería." Cerré el coche, y tarjeta en mano llegué a la peluquería. Entré y dos chicas -tendrían 30 y pocos años- sonrieron al verme.

"¿Jessie?" Preguntaron.
"Hm...sí." También sonreí.
"Corre, tráelo." Dijo una. ¿Traer el qué?
Una de ellas vino con un globo y me dijo: "Feria.".
"¿Feria?" Cogí el globo.
"Lo siento, cariño, solo te podemos decir eso." Me dijo la otra, sonriendo.
"¡Corre!"
"Gracias." Salí del establecimiento. ¿Feria? Feria...¡FERIA! ¡Es verdad! ¡Había una feria muy cerca! Pero me estaba alejando bastante, y no había mucho a las afueras.

¿A dónde me llevaban estas pistas? Da igual. Corrí a la feria con el globo en la mano y un chico vestido de payaso con muchos globos en la mano me saludó. Me acerqué y me volvió a preguntar si era Jessie. Su pista fue "piscina de bolas". Buscar una no sería difícil dado a que estaba en una feria, y había atracciones, pero ¿no me tendría que meter en una para buscar la siguiente pista, no?
Sí, me tuve que meter y buscar la pista, pero bueno, me lo estaba pasando bien, así que al fin y al cabo no me importó mucho. Era una cartulina grande, supongo que para poder encontrarla más fácilmente, en la que ponía "DETRÁS". Miré en la parte trasera de la piscina de bolas y no había nada. Si tenía que ponerme a mirar todas las partes traseras de las atracciones me llevaría más media hora. Se me ocurrió salir del recinto en el que estaba la feria e ir a la parte trasera de esta, por fuera. ¡Bingo! Había una flecha roja que señalaba a unos árboles. Tuve miedo, ya que podría encontrarme con cualquiera en un sitio tan apartado, pero en menos de segundo ya estaba caminando hacia donde indicaba la flecha. Por el camino había más flechas rojas que señalaban por donde ir. Llegué a un claro en el bosque y vi una figura en medio. También había algo en el suelo, supuse que sería una cesta. Era John. Me acerqué sonriente.

"Hola." Dije. El lugar era precioso, probablemente se refería a este cuando habló de "lugares más bonitos". Había flores -principalmente blancas y moradas- por todos lados. Se parecía al prado en el que estuvimos comiendo el otro día, pero este era aún más bonito. Parecía recién sacado de un cuadro.
"Antes de lo que pensaba." Dijo John, sonriendo satisfecho. "¿Te ha gustado?" Preguntó señalando con los brazos dónde sentarme.
"Bueno, me has hecho sudar." Me reí un poco. "Pero ha sido entretenido."
"He tardado horas en prepararlo."
"Mentiroso..." John se rió.
"Bueno, pero me ha costado lo mío."
"Eso no lo pongo en duda." Sonreí.

*Narra John*

Parecía que le había gustado. Abrí la cesta y saqué dos recipientes con tutti frutti en ellos.

"Sé que has comido hace poco, pero he traído merienda." Me reí.
"Yo siempre tengo hambre, así que no importa. Además, me gusta la fruta." Sonrió y cogió una goma de pelo que tenía en la muñeca para hacerse una coleta, recogiéndoselo de la cara.
"Deberías recogerte el pelo más a menudo." Le sonreí, estoy seguro que con cara de idiota. "Estás muy guapa." Hice que se ruborizara.
"Gra-gracias." Sonrió mirando a su bol de frutas. "¿Mañana a qué hora es el ensayo?" Preguntó, cambiando de tema. Era jodidamente mona cuando se avergonzaba.

***

Estábamos tumbados de medio lado, en la toalla, cara a cara, hablando y riéndonos.
"¿De verdad?" Dije. Me había dicho que las personas nos pasamos de media tres años en el baño.
"¡Que sí" Se empezó a reír. "Y al inventor de los gofres no le gustaban los gofres." Dijo entre risillas.
"¿De donde sacas toda esa información?" También me reí un poco. Jessie se encogió de hombros, todavía riéndose.

Era increíble el cambio de Jessie. Cuando la conocí un par de semanas antes, era una chica triste, que casi no hablaba, y cuando lo hacía, respondía casi con palabras monosílabas. No sé si fui yo el que puso en marcha el cambio, pero me alegraba mucho verla así. No voy a decir que era una persona totalmente diferente, pero su estado de animo cambió notablemente, por no mencionar que hablaba mucho más.

Hubo un silencio por unos cuantos minutos, en los que aproveché a sentarme. Eran un poco más tarde de las 6 y empezaba a hacer un poco de viento.

"¿Este era el sitio del que me hablaste ayer?" Me preguntó.
"Sí." Le respondí.
"¿Y ya habías pensado en todo esto?"
"No." Me reí. "Quiero decir, pensaba traerte, pero no sabía cuando ni como, y entonces, hoy a la mañana se me ha ocurrido preparar esto todo." Jessie sonrió.
"Gracias."
"No tienes por qué darlas." Le sonreí.
"Sí. Nadie se había preocupado por mí de esta forma, ni me había preparado cosas así, ni me había traído a sitios tan bonitos, ni m..."
"Lo pintas mejor de lo que es en realidad. De todas formas, no eres la única beneficiaria, me gusta hacer esto." Jessie sonrió al oír eso último.

*Narra Jessie*

¿Así que parte, también lo hacía por gusto? ¿Así que también le agradaba mi compañía? Y recuerdo que la primera vez casi me negué a llamarle...¿y si él hubiera decidido esperar a que yo le llamara en vez de venir a invitarme a pasear? Hubiera seguido triste y frágil, seguro. Se puede decir que John me había salvado. Estando con él estaba aún más contenta y ya me reía a la mínima. No me costaba sonreír.

Refrescó un poco y John me dejó su cazadora, ya que yo había dejado la mía en el coche (no pensaba que ir al supermercado se iba a convertir en esto). Recogimos todo y lo metimos en la cesta.

"Ya la llevo yo." Dije. John se negó un par de veces, pero me salí con la mía. Comenzamos a caminar y sentí que me estaba cogiendo de la mano, suavemente. Me miró, y sonrió, e inevitablemente, yo también sonreí. Fueron unos 20 minutos andando despacio hasta que llegamos al supermercado, donde estaban nuestros coches. Al mediodía, no había visto el coche de John, pero sí, estaba ahí, simplemente, no me fijé en los coches. John abrió su maletero y metí la cesta, para después montarme en mi coche. Acordé con John que le seguiría, así que eso fue lo que hice.