Groupie (with the sex)

Cuando mostré mi credencial a uno de los guardias de la puerta donde muchos chicos tatuados y con sudaderas pasaban, me miró sorprendido, pero no me dijo nada y me dejó pasar. Aún no sabía que haría ahí, muchas bandas, muchos instrumentos, muchos tatuajes y pircings. Pasé de un enorme grupo de jóvenes conversando y saltando, calentando músculos o haciendo flexiones, fue ahí donde encontré al vocalista de Inception, e inmediatamente comencé a buscar a Matt, el único chico que conocía que podría encontrarme ahí. Me acerqué más hacia el escenario, con mis oídos algo tapados por lo fuerte que sonaba la música ahí atrás. Sobre una de las cajas en donde se transportan instrumentos, con la inscripción de Inception pintada con spray, Matt estaba con audífonos, sentado de piernas cruzadas. Movía sus manos como si tuviese dos baquetas, golpeando sus rodillas. Me acerqué lentamente, hasta que alzó la vista, clavando sus ojos azules en mí. Moví mi mano en forma de saludo, conciente de que no me escuchaba. Se quitó los audífonos y de un salto, quedó de pie junto a mí.

_No esperaba encontrarte por aquí._ dijo mientras pasaba una mano por su rubio y despeinado cabello.

_Total Nightmare me regaló uno de estos._ alcé mi credencial._ para poder verlos de más cerca._ alzó ambas cejas.

_¿Vernos a nosotros?_ asentí lentamente._ Vaya, eso es genial. No pensé que conocías nuestra música._ el chico de verdad parecía emocionado por la noticia.

_Tengo su EP en mi reproductor, me gustan mucho, a decir verdad._ si es que mis ojos no me estaban engañando, el chico se estaba sonrojando.

_Gracias._ sonrió tímidamente._ Me encargaré de que nos veas bien, no te preocupes._ asentí en agradecimiento. Casi segundos despue sun tipo con un radio, completamente de negro, alto y con barba le avisó que ya debían comenzar a prepararse, así que me dejó bien instalada al costado derecho del escenario, donde él tenía su posición, y se fue en busca de su banda. Cuando la banda que había terminado salió del escenario, Inception, comenzó a acomodarse, mientras yo miraba la enorme cantidad de público que había, sintiendo feliz de que todos estuviesen atentos al grupo en ascenso que iba a tocar.

La banda estuvo realmente genial, y me sorprendió saber que las segundas voces las hacía Matt. Cuando tocaron diez canciones bajaron, brillantes por una fina capa de sudor, aunque no hacía mucho calor, pero supuse que por los nervios y la emoción, y la alta actividad física que hacían al moverse, cabecear y saltar, era entendible. Toda la banda quería ir a festejar, y a pesar que Matt parecía interesado en invitarme, dejaron en claro que serían sólo la banda, de ninguna forma pesada, simplemente lo hicieron saber entre risas, emocionados por su primera vez ante tal número de espectadores.

Salimos de la parte trasera del escenario hasta los buses, la banda siguió su camino, pero Matt y yo nos quedamos atrás.

_Espero nos volvamos a ver._ sonrió, con esa sonrisa algo tímida que había puesto en la mañana.

_Eso espero también._ le di un corto abrazo en forma de agradecimiento, y casi por impulso, le dejé un beso en la mejilla._ Suerte en todo._ dije ya cuando me iba alejando. Me despidió con la mano antes de perderse tras un bus.

Last breath se presentó una media hora más tarde, y según lo que pude escuchar en el backstage, Breaking Benjamín estaría a eso de las seis de la tarde. Pensé en ir al sector del Merch, donde las bandas vendían sus poleras, cds, posters, todo lo que pudiese llevar un estampado con sus nombres, y de paso, firmaban algunos autógrafos, pero temí encontrarme con Gabriel, así que deseché la idea y preferí sentarme en el húmedo pasto a esperar que el grupo saliera al escenario. Conversé con un par de chicas, una tenía un enorme jopo de color rosa, un pircing en la ceja y otro en la nariz, esperaba, al igual que yo, que Breaking Benjamín apareciera con su show, así que fue ella quien me hizo compañía hasta la impuntual hora de las ocho de la noche, cuando Ben subió y comenzó a hablar, llamando a todos los fans que pudiese estar echados en algún lugar del terreno, como yo.

Como siempre estuvieron deslumbrantes, dejé mi garganta cantando las canciones y luego me pasé por su puesto de Merch, consiguiendo la firma de tres del los chicos antes de que la masa me sacara del lugar. Perdí a la chica en medio del recital, así que simplemente me fui caminando hasta la esquina de la calle, hice parar un taxi, y ya acomodada en el asiento trasero del auto, le di la última mirada al festival de música que había hecho mi adolescencia.

Agradecí que Natalie me invitara a una fiesta esa noche. Tenía ganas de estar acompañada, y quedarme en casa, sentada en el sillón de la ventana, no sería una buena forma de llenar ese pequeño vacío que sentía desde el momento en que caí en cuenta de que había estado con Gabriel Santos la noche anterior. Natalie notó mi cambio de humor, y luego de hacerme preguntas totalmente al azar, supuse que tratando de descubrir la fuente de mi estado de ánimo, decidió que saldríamos. Fuimos a un lugar de música electrónica, poco comunes en esos tiempos, bailamos, bebimos, y recién a eso de las tres de la mañana aterrizamos en nuestras camas, sólo para que diez horas después mi padre llegara a buscarme. Guardé la ropa que Gabriel me había dado en una bolsa, junto con la credencial y mi camiseta firmada, y la eché en mi bolso. Me despedí de mis tíos y mi prima, quien me dijo que fuera a verla más seguido, y luego me subí a la camioneta de papá. Fue ahí, en ese asiento de copiloto, que decidí que nunca nadie sabría mi pequeño secreto, nunca lo escribiría donde alguien pudiese encontrarlo, ningún diario, ninguna historia haciendo referencia a ese fin de semana, todo quedaría guardado en mi memoria, y en cada una de las cosas en esa bolsa.

_¿Cómo estuvo el festival?_ preguntó papá cuando comenzamos el viaje de unas dos horas. Sin poder evitarlo, sonreí hacia mí misma.

_Bastante tranquilo._ me miró de reojos, extrañado de que estuviese sonriendo._ Gracias por dejarme venir._

_No hay de qué, cariño._

(De regreso al presente)

_Y esa es mi historia…_ el presente volvió a mi de golpe. Frente a mi, ambos vasos anteriormente llenos de alcohol, estaban vacíos, la música había dejado de sonar, y para cuando me volteé hacia Beth, creí que vomitaría encima. Tenía la vista fija en un punto de la mesa de centro, estaba un poco más blanca que antes, y ningún músculo de su cuerpo se movía._ ¿Beth?_ pregunté, asustada de que le fuese a dar algo.

_Creo… creo que bebí mucho._ lentamente se puso de pie, se arreglo un poco el cabello que le caía sobre el rostro, se dio media vuelta y se perdió por el pasillo. Realmente no sabía que esperar, le había soltado una bomba lo suficientemente grande como para incluso ganarme su enojo. Debía estar dolida, o tal vez demasiado en shock como para sentir enojo, pero ahí, sentada sola en el living de su departamento, me asustó la idea de que no me perdonara.
Debieron pasar al menos quince minutos en que no escuchaba nada proveniente del pasillo, incluso pensé en tomar mi bolso e irme, pero cuando me puse de pie, Beth apareció en el pasillo, con el rostro y las orillas del cabello mojado, indicio que se había lavado el rostro un par de veces. Típica señal de que no sabía como reaccionar.

_Beth, sé que no es menor, pero… nadie murió, ninguna tragedia salió de ese fin de semana._ me miró con sus ojos verdes, y supe inmediatamente que estaba molesta._ Lo siento mucho.

_No, está bien. Mucho alcohol y noticias grandes no son una buena mezcla._ suspiró profundamente.

_Creo que me iré. Es tarde, mañana debo ir temprano de mis padres y…_ volví a mirarla, algo asustada._ creo que no reaccionarás para hoy._ asintió lentamente._ En serio lo siento._ volví a decir cuando ya estaba camino a la puerta, y me tranquilizó ver que me estaba sonriendo.

_Ya hablaremos cuando no esté ebria._ asentí y abrí la puerta._ ¡Pero seguiré pensando que eres una perra!_ gritó desde adentro, seguida de su risa, la cual acompañé incluso mientras bajaba por el ascensor.