Te veo en Sueños

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Desperté en una cama de un cuarto asombrosamente limpio, con unas sabanas frescas y suaves. No es mi casa, ni un hospital. Lo único que sé, es que no lo conozco.

Oigo ruidos… ¿Qué serán?

De repente aparece allí, junto a mi cama, el chico de los sueños. Me intenté levantar, pero dolía y el me dijo con tono paternal:

"No te muevas, por que dolerá mas. Te diste un golpe fuerte, y no pude evitar recogerte. Creo que te asusté mucho, ¿Cierto? No pensé que fuera tan feo."

"Tu… ¿Tu y yo nos conocemos?"

"No. Si te conociera probablemente no te hubieras asustado de mi cuando me recosté de tu bicicleta a mirar las olas… lo hago muy habitualmente, con las bicicletas de cualquier extraño. Nunca nadie se había acercado a mi con tanto cuidado de hacerme sentir echado de su bicicleta… ¿gracioso, no?"

"¿Estás seguro de que no nos conocemos? Por que yo juraría que te he visto en algún sitio. Por eso me asuste tanto."

"No se ni tu nombre… bueno, por que mentir. Vi tu nombre en la bicicleta, y me recuerda una canción muy bonita de una de mis bandas favoritas. ¿La has escuchado?"

"No, no creo. "

Le ofreció un vaso de chocolate caliente, y le dijo que debía ir a su casa, por que “Deben estar preocupados por una chica tan bella como tu.”

Ella, le dijo que no podía moverse, y que no sabía como Salir de allí. Ni siquiera sabia donde estaba. Para los efectos, el chico era bello. No podía evitar perderse en su mirada, ni extrañar los abrazos que en los sueños él le daba. Cuando se le acercó, instintivamente le tocó el cabello, y él se asustó un poco. Se levantó, y le dijo que volvería en unos segundos.

Puso una extraña canción, era un rock muy bonito, una canción singular y bien cantada.

La letra era un poco incomprensible, pero al aguzar el oído, verónica pudo oír bien el coro:

Despiértame Verónica y romper el día
y hazme sentir la alegría de volverte a amar…
Dormido entre las sabanas hallé tu aroma
tu presencia que se asoma un momento nada más
Yo se que las canciones se las lleva el viento
Es lo único que tengo que mas puedo dar
Acuérdate verónica después de todo
debe existir algún modo en que yo te pueda pagar…

Esta canción, no se por qué, tocó cada fibra de mi corazón… debe ser por que hablaba de lo sola que me sentía, aunque amaba a mi novio, Antonio. El no me daba la atención ni el amor que yo buscaba y necesitaba, y yo me sentía cada vez mas vacía. El más distante y poco cariñoso cada día, y cada vez saliendo más con mis amigas y amigos, y dejándolo a el solo, por que nunca me hizo sentir que era necesaria en su vida. Nunca me dio la importancia que tenía, y me dejaba en un segundo, tercero, o cuarto plano. Siempre era lo mismo, la misma situación. Eso me dolía. Desde que me dijo que no le importaba mucho el hecho de tener novia, y que eso era lo que menos le importaba. No lo dejé, pero le hice ver que no me importaba para nada, y no lo volví a ver desde eso. No me llama, ni me busca, ni me dice nada. Me hirió, y lo sabe bien. El era la persona en la que más confiaba, que más quería, y que más me conocía. Me dejó, y eso fue lo más duro que tuve que aceptar, su abandono. No nos hablamos, pero noto su mirada sobre mi espalda cuando me ve en la escuela. Algo me dice que todavía no me ha olvidado. Pero él es un capítulo en mi vida que no volveré a abrir nunca más.

Séptimo entró, y yo miré hacia su bello semblante. Me preguntó que si iba a llamar a mi casa, pues ya era muy tarde. Era de noche, ¡por Dios! Me metería en problemas, y lo metería a él en algunos cuantos también si mis padres no sabían donde estaba. Mañana empezaban las vacaciones de semana santa, así que me iba a quedar en casa de Ana, mi mejor amiga. Podía llamar a ana, y decirle que iría a casa de un amigo, y que me cubriera… y a mis padres, no los iba a llamar. Usualmente, no los llamaba, así que no esperaban mi llamada. Le pedí que me diera mi teléfono. Afortunadamente, siempre portaba el cargador conmigo, por si había algún problema que me imposibilitara llegar a mi casa. Llamé a ana, y le pregunte si todo estaba bien. Le expliqué todo, pero no le dije nada de séptimo, ni mucho menos de que estaba en su casa, y le pidió que la cubriera. Luego, si pasaba algo que se pudiera contar, se lo contaría. Le dijo a séptimo que sus padres no la esperaban y que no creía que se pudiera mover de sitio.

"Que conveniente, por que mi abuela se fue de viaje, y pues… puedes quedarte mientras no puedas moverte. Llamare a un médico, por que no puedo con el cargo de conciencia, de veras."

"No quiero molestar... si quieres…"

"Nada de molestias. Estoy sólo, y te caíste por mi culpa… Verónica. Te quedarás en mi casa por obligación, por que según veo, no tienes nada que hacer."

"En realidad, estoy más que libre pero…"

"¡Nada! Tu pierna esta débil, y cada vez que intentas hacer fuerza, te pones a temblar como si tuvieras un frío increíble, en este clima tan cálido de estos días. Te digo que te quedarás."

"Uhm…" dudando, le sonrió "Está bien. Pero sólo hasta que mi pierna este mejor."

"Así me gusta, verónica. Dime, que te gustaría comer hoy, ¿comida china, o hamburguesas?"

"¿Tú sabes cocinar?"

"Ahm… sí…, lo mando a pedir a la cocina de el restaurante mas barato de la avenida, ¿por?"

"Ah," riéndose " ya veo."