Te veo en Sueños

*-03-*

Pasaron dos días, y ellos estuvieron juntos todo el tiempo. Comieron, hablaron, disfrutaron juntos. Se conocían mucho ya, y hasta ella adivinó cosas se sus gustos sin preguntar mucho. Estaban desayunando en la cocina, pues ya verónica se podía mover. Conversaban, hasta que en un momento, un roce de manos los turbó un poco… tanto que se olvidaron de lo que hablaban. El acerco la silla en la que ella estaba sentada a él. La cara de Verónica, estaba justo al nivel de la suya. Y se miraron a los ojos, con una gran intensidad. Y ese momento fue mágico. Verónica sintió un cosquilleo en las manos, como un calor, una energía que no podía soportar en su cuerpo. El, se acercaba cada vez mas a su cara, y cada vez más… hasta que sus labios casi se tocaron, y en ese mismo instante, el separó su cara de la ella.

Se miraron avergonzados, y luego, miraron al techo, a los muebles, a la comida. A cualquier sitio, que no fuera la cara del otro. Pero luego, Verónica se dijo a sí misma:

¿Por qué evito esto? El me gusta, ¿Por qué tengo miedo? Yo le gusto, se nota mucho. ¡Soy una cobarde!

Buscó su mirada, y tan pronto como se volvieron a mirar, ella acercó su cara a la de él, con una mirada llena de enigma y sensualidad. Lo besó, en un gesto de atrevimiento, y le dijo, en una voz muy baja:

"Te veo en sueños."

"¿Que me ves en qué?"

"En sueño… Séptimo, quiero que me aceptes eso. Me perseguiste en sueños desde hace un año, y no se de que forma, pero me perturbaste."

"Yo… no… no sé de que hablas..."

"Pues si… yo si lo sé. Hubo tiempos en los que no podía dormir, por que si cerraba los ojos, veía tu cara."

"Verónica… perdóname. No fue mi intención hacerte eso, tu sabes que te quie… que… que… sabes que no te haría daño!"

"Pues en mis sueños, no me hacías daño. Solo en uno de ellos, el más que me preocupó. ¿Por que me violaste en uno de ellos?"

"Yo, yo no hice nada. Eso fue uno de los espíritus que me ayudaron a perseguirte. Perdóname. Ahora que te encontré, se acabó la persecución. Te encontré, y te juro que no hice nada malo para encontrarte. Sólo perseguí tu rastro…"

"¿Espíritus?"

"Ahm… era una forma de encontrarte… quería saber donde estabas, como te encontrabas. Un dia soñe contigo, y cuando te vi en la playa, me llamastes la atención mucho. pero no me atrevia a hablarte, y decidi acercarme a ti de cualquier forma. No sabia como, y pues… esa fue la forma perfecta de hacerlo."

"Me estuviste persiguiendo en sueños con magia? Que clase de persona eres si me estuviste volviendo loca durante tanto tiempo? Acaso hay otra cosa que no sepa que debas agregar?"

"No, no creo. No te he mentido en nada de mi vida, Verónica. ¡Te lo juro!"

"No me jures nada. Esto esta pasandose de la raya. Deposité mucha, demasiada confianza en un extraño como tú. Soy una estupida"

"Nunca digas eso, verónica. Te amo desde la primera vez que soñe contigo…"

Siguió diciendo palabras que verónica no queria escuchar de un energumeno criado por lucifer. No queria ni mucho menos le daban las ganas de hacerlo. Decidio buscar una forma de salir de alli, lo mas rapido posible. Si era posible, ese mismo dia.

Pero, ¿Cómo? Buena pregunta. Salir de alli, sería imposible de veras. El no la dejaria asi como asi, con esa fractura en la pierna.

"¿Verónica? ¿Estás bien?"

"¡Si, si estoy bien! Muy bien… ¿por que preguntas?"

"Nada, pareces ida. ¿Todavía tienes hambre? ¿O te pasa algo?"

"Ah… nada me pasa, nada. Quiero irme de aquí, tomar aire."

"Puedes salir al patio, pero con cuidado. "

"¡Pero ya puedo caminar, Septimo!"

"Pero todavía tienes dolor. Tienes que cuidarte, cariño. ¡No quiero perderte nunca!"

"Tu no me tienes, ¿Quién te dijo que me tienes?"

"Pero, eres mi amiga, ¿o no?"

"Bueno, si. Pero quiero que me lleves a mi casa, por favor. Busca un taxi, por que quiero ir a un médico."

"¿Un médico?" Puso un expresion aterrorizada "Ehm… está bien, te llevaré a uno."

"No. Quiero que me lleven mi padres."

Septimo puso una cara de descontento tan grande, que la asustó. Sus ojos, se cerraron hasta llegar al tamaño de los ojos de un asiatico, y su boca se puso atrompada, como si estuviera molesto.

Empezo a tirar cosas de toda la casa: lamparas, jarros, cuadros, mesas, figuras de ceramica, y fotos, cayeron en picada en el suelo, y restrayaron en el piso, rompiendose en pequeños pedazos. Le gritó que la amaba, que odiaba que lo rechazaran, que se iba a arrepentir, que lo haria.

Verónica, se acurruco en el sentimiento de dolor y miedo que tenía. No podia creer lo que estaba sucediendole. Corrio al cuarto de septimo que él le habia preparado, y se encerro en el a llorar, por que no sabía que hacer. El tenía llave del cuarto, ella lo sabía. Encontraria forma de entrar, y al igual que en el sueño, la violaria. No queria sentir el miedo denuevo, el dolor tampoco.

Verónica oyo los golpes en la puerta, y luego un silencio. Luego un forcejeo continuo en la cerradura de la puerta la exaltó. Septimo abrio la puerta, y la persiguió por el cuarto. Los estantes se cayeron, y Verónica gritó. Septimo la agarró por el brazo, y la miró a los ojos. Verónica abrio la boca, y sus ojos se desorbitaron cuando vió el rojo intenso que habia llenado los ojos de septimo. Gritó, y no pudo contener las ganas de salir corriendo.

Se solto del brazo de Septimo, y corrio lo mas lejos que pudo. Buscó un cuchillo en la cocina, y lo amenazó con el. Le dijo que si no se partaba lo mataria, y el se rio con ganas.

"¿Cómo te atreves a amenazarme, simple mujer? ¡Avergüénzate, maldita!"

Corrio hacia ella, y forcejearon hasta que septimo abrio los ojos, y el rojo de sus ojos perdio el color totalmente. Sólo se veian dos pozos sin fondo en su cara, justo debajo de las cejas. Verónica vió la sangre, y se puso palida del miedo que recorrio sus venas. Corrio a buscar sus cosas, para evitar tener que ver su cuerpo sin vida una vez mas. No queria matarlo, fue sin querer. Se juró a si misma, nunca mas volver a mirar a los ojos de un extraño. Su pierna dejo de doler, como por arte de magia. Y de repente, sentia una libertad de vivir muy grande. Salió, y recorrio el camino a casa en su bicicleta, pero antes de salir, vió en la casa, unas cajas con dinero y fotos de ella. Ese tipo era un demonio real. La mataria, tarde o temprano. Cuando llegó a su casa, encontró a Antonio en la entrada. El estaba llegando, y la miró asustado.

"Hola…"

"Hola! ¿Cómo estás?"

"Bien… pasaba por aquí, y decidi venir a verte."

"Pues yo acabo de llegar. ¿Para que vienes, Anthony?"

"Hace tanto tiempo que nadie me llamaba asi… vine para pedirte perdon por lo que te hice, Very. Te quiero mucho, y me he dado cuenta de que eres muy importante para mi. Perdoname, te prometo que cambiaré."

"Palabras, palabras. No me las creere, Anthony. Tu sabes muy bien cuanto sufri por tus palabras. Me conoces bien."

"Esta vez lo demostraré, Very."

"No se si confiar. Mejor no me busques mas. Somos amigos, Anthony. Quizas algun dia te busque."

"No pararé de buscarte hasta que me digas que sí, Verónica."

"Perdoname Anthony, pero creeme, que no quieres morir."

"¿Qué dices?"

"Lo que oistes. Alejate de mi. Me gustaba cuando me ignorabas. Y puedes hacerlo denuevo. Adios."

Traspasó el umbral de la puerta, y Anthony de repente sintio un dolor en el pecho, que atraveso su cuerpo hasta la espalda. Dio la vuelta y se marcho para su casa, no sin antes romper un cristal de la casa de Verónica con una piedra, y gritarle lo mucho que la odiaba… su rencor le golpeó la cabeza con fuerza, y la sangre corrio por el suelo.

VERÓNICA
(1990-2008)
R.I.P.
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Espero que les haya gustado mi historia y dejen comentarios productivos;

Mika*