La Botellita Cafe

No me parecía correcto, hacer esto simplemente no sonaba como lo que yo haría normalmente; pero ¿cómo podría desconfiar del ser que mas amo en el mundo?
- Vamos Dianita, no va a pasar nada malo… solo hazlo – me dijo el con dulzura al notar mi expresión de miedo y desagrado.
- Yo se que no va a pasar nada malo, por lo menos no por ahora – Respondí rápidamente, no me gusta que las personas piensen que tengo miedo.
David suspiró un par de veces y guardo el paquete entre sus misteriosos bolsillos. Ahora me preguntaba si seguiríamos con la lista, pues según mi inocencia el tope era el número uno; David creía que al dejar el resto de los números con interrogación podría desencadenar cosas que para el eran placenteras, pero para mi ciertamente horripilantes.
La duda de lo desconocido me llevo hasta la casa, pero después de analizar el asunto llegué a una conclusión. Si todo el mundo siempre estaba enojado conmigo porque yo soy perfecta, talvez debería hacer algo para demostrarles que no lo soy, pero… eso seria como hacer algo tonto apropósito, seria como demostrar nuevamente mi perfección al saber que hago algo tonto y analizarlo de esa manera demostraría que no es tonto. Segunda conclusión: a veces soy tan perfecta que ni yo misma me entiendo.