Tecla

Dara se despierta con dolor de cabeza. Baja las escaleras aturdida por todo lo que pasó la noche anterior. Demasiadas decisiones precipitadas.

Pero tendrá que cumplir con todo lo que dijo. Dara quiere cumplir con todo. Se sienta en la mesa y apoya la cabeza en ella con la mirada fija en la pared, está muerta de sueño.

-Vaya. ¿Tan invisible soy? - dice una voz muy familiar delante suyo. No tiene que girarse para saber quien es – Que hay Jim – dice Dara levantando la cara de la mesa y acercándose los cereales y la leche – Tengo sueño – dice la chica restregándose los ojos con las manos

- ¿Estas segura de que quieres hacerlo?- Pregunta el chico con el tono que usa cuando esta preocupado – Mira – dice Dara muy convencida –Quiero ir allí y sentir que hago algo útil por mi, y algo útil para los demás. Además ya he ido dos veces. ¿No será tan diferente no? – Jim sacude los hombros cómo respuesta y se levanta de la mesa – Vamos, llegaremos tarde al Centro – dice dirigiéndose hacia la puerta. Dara lo sigue a toda prisa y coge su mochila en la entrada.

El Centro es un sitio bastante feo. Cuadrado con paredes grises totalmente verticales, con unas pequeñas ventanas cuadradas en las aulas. Este es el último año de Jim y el penúltimo de Dara. De camino al Centro se cruzan con unas chicas uniformadas de otro Centro – Hola Jim - dice una de ellas acompañada con las risitas de las demás.

- ¿Desde cuando saben ésas mi nombre? – dice Jim extrañado cuando las chicas ya están lejos – No se. Puede que desde que les pareces atractivo – contesta Dara divertida por la inocencia de su amigo. Jim se para desconcertado -¿ Y desde cuando les parezco atractivo?- dice el chico que no entiende nada. Dara se pone a reír – No se Jim, no se…-

El resto del camino se lo pasa burlándose de él y de sus admiradoras.

Al ver en Centro cualquiera pensaría que es una cárcel. Niños y adolescentes que entran y salen caminando todos al mismo ritmo y todos iguales. Las chicas todas con el pelo igual de corto, i los chicos con el pelo corto a tres. Dara piensa en Aki y en lo que le espera por la tarde al salir del Centro. Ya ha vuelto allí una vez. Pero esta vez es diferente. Piensa unirse al Triángulo y trabajar para ellos, aunque no sabe exactamente que es lo que hacen, ni de dónde sacan el dinero para todas esas instalaciones y las máquinas. En la primera hora tiene PTCR: Preparación Teórica Contra Robots. Dara cree que es una asignatura inútil ya que si alguna vez tiene que enfrentarse contra un robot toda esa teoría que les hacen aprender a memoria no les serviría de mucho. En realidad todos lo piensan, pero nadie es lo bastante valiente como para decirlo en voz alta. Jim no tiene las mismas asignaturas y por lo tanto se separan a la entrada. La chica busca con la mirada la puerta del aula, se dirige con paso firme hacia la puerta y entonces alguien cruza por delante suyo y choca con ella -¡Ay!- se queja Dara sin pensarlo dos veces -¿Qué haces?- grita. Un chico bastante alto, que parece haber ya terminado los estudios hace tiempo se gira para disculparse pero al ver a Dara pone cara de susto y sigue su camino a toda prisa. Dara está bajo shock <¿Es él?> piensa la chica alucinando. Sigue de lejos al chico que se mete en el baño de los profesores. Dara se para delante de la puerta y duda unos segundos antes de empujar la puerta con fuerza y entrar decidida. Lo que ve la deja unos segundos sin saber como reaccionar – ¿Aki? – dice desconcertada dirigiéndose al chico que tiene delante. Está igual que siempre, a parte por unas gafas de pasta azul que lleva y un peinado mas intelectual que su habitual pelo corto alborotado sin peinar – Pero…¿ Se puede saber que haces aquí? – dice Dara con tono amenazador y cruzando los brazos delante del pecho. Se mira al chico de arriba abajo, está vestido con traje elegante como si fuera a trabajar a algún sitio importante o a una entrevista de trabajo, ni rastro de la sólita ropa deportiva (mojada) que llevaba cuando se conocieron – Eeh… En realidad no se si te lo puedo decir… - dice él titubeando - ¿Cómo que no me lo puedes decir? – dice la chica cada vez alzando mas la voz y acercándose a Aki con posado dominante ( aunque él le saque una o dos cabezas ). El chico hace un paso hacia atrás sorprendido por la inesperada reacción de la chica – Bueno, bueno… No perdamos la calma… - Dara e tranquiliza y se sienta en el váter – Habla – dice cruzando las piernas – Esque… Como no eres de la organización no se si… - se justifica el otro retorciéndose las manos – Aki…- contesta la chica mirándolo a los ojos – Vale está bien. Enseñaré en tu escuela durante un tiempo forma parte de los planes y las cosas de la organización… Enseñaré PTCR – Dara pones unos ojos como platos – ¿En serio? Esa asignatura no sirve de nada… - el chico hace un gesto con la cabeza para indicar que él está de acuerdo con Dara. Entonces algo hace clic en la mente de la chica que se da una palmada en la frente y se levanta con prisa – ¡Pero si es la asignatura que tengo ahora! – dice cogiendo la mochila a toda prisa y apretando la manilla de la puerta para salir. Aki la coge por el brazo y la atrae a sí – Oye. Nadie tiene que saber lo que eres, ni que me conoces de fuera y mucho menos el motivo de porque me conoces.¿Entendido? – la chica asiente despacio con la cabeza. Están muy cerca. Dara puede notar la respiración pausada y lenta del otro. Se lo ve muy serio, deben estar en peligro de verdad…

- Y no hay prisa. Ahora soy yo el profesor – dice como para descargar tensión. Entonces se empiezan a reír nerviosamente. No es una risa de diversión es mas una risa de impotencia. Entonces salen del baño los dos disimulando la preocupación en sus rostros y entran en la clase juntos acompañados de los susurros crueles y cotillas de otras chicas envidiosas y de otros curiosos por el nuevo profesor.

Durante la pausa Dara se encuentra con Jim y le cuenta lo que ha descubierto por la mañana - ¿En serio?- exclama Jim fingiendo muy mal. Dara lo mira crítica – Tu…¿tu ya lo sabías verdad?- el chico niega con la cabeza, pero Dara lo ha descubierto y le da un golpe en el costado con la carpeta que tiene en las manos -¿Por qué no me lo has dicho? – ataca la chica con los brazos en jarra –Es que como tu no formas parte del Triángulo…- Dara levanta los ojos al cielo resignada –Bueno. Este problema se terminará hoy, exactamente dentro de…- la chica mira el reloj en la pared – Cuatro horas – concluye un poco desanimada, parece que Jim está a punto de decir algo pero aparecen unas chicas que han asistido a PTCR con Dara y se meten en la conversación –Vaya Dara, seguro que este año no tendrás problemas para aprobar PTCR – dice una chica rubia con rizos falsos seguida de las risas de las chicas que la acompañan –No entiendo a que viene esto…- contesta Dara recogiéndose un mechón de pelo detrás de la oreja –Bueno, tienes al profe muy camelado, no?- Dara le pasa la carpeta a Jim y se encara contra la rubia –Laura, solo hemos llegado con cinco minutos de retraso. Y por favor, métete en ti vida- dice con tono amenazador –En cinco minutos se pueden hacer un montón de cosas – contesta ésta entrecerrando los ojos. Dara va a contraatacar pero Laura se gira hacia Jim ignorándola completamente –Y tu, podrías aprovechar un poquito mas esa cara tan bonita y pasar menos tiempo con esta rara – dice antes de girarse del todo e irse. Los dos amigos están atónitos -¿Pero que les pasa hoy a todas las chicas?- empieza Jim al que le está costando trabajo acostumbrarse a su nueva reputación. A Dara le entran ganas de reír -¿Qué pasa?¿Te han vuelto a molestar tus admiradoras?- dice ella ahogando unas risas. Jim se la mira desconfiado –Algo así…- contesta él cruzando los brazos –En deporte hemos jugado a bases, y unas chicas han empezado a animarme como locas.¿No se dan cuenta de que hacen el ridículo? – Dara no puede aguantarse la risa y se pone a reír delante de un Jim desconcertado –No entiendo porque te hace tanta gracia- dice el chico que se la mira extrañado –Jim, haces un gran problema de algo que muchos chicos matarían por tener. Acéptalo y punto- entonces Dara lo coge por los mofletes y los aprieta haciendo que su amigo parezca un bebé –Guapo- le dice en coña y se dirige hacia su siguiente clase. Jim se queda desconcertado y se rasca la cabeza. Quizá ya vaya siendo hora de aceptar la nueva forma de verlo de las chicas, quizá no sea tan malo. Un grupo de chicas de tercer curso pasan a su lado, algunas lo saludan nerviosas y otras ríen histéricas. Jim les sonríe y se encamina por en pasillo hacia la puerta del aula de Física.

<¡Por fin!> piensa Dara saliendo del edificio del Centro mientras ve pasar varios aeromotores para recoger a sus compañeros a lo largo de la calle. Ellos también tienen uno, es del trabajo de su padre, les dan un vehículo cada año. Los aeromotores son vehículos parecidos a los coches, (unas extrañas máquinas que existían antes que los aeromotores de los cuales su padre le enseñó varias fotos en algunas ocasiones) una de las diferencias esenciales entre un coche y un aeromotor es que los coches están pegados al suelo, mientras que los aeromotores están despegados de éste de un medio metro, la otra diferencia es que los coches funcionaban con gasolina mientras que los aeromotores funcionan con aire y agua. En realidad Dara no entiende cómo funcionan, pero tampoco es que le interese mucho, siempre puede preguntárselo a su padre que es ingeniero eléctrico e hidráulico.

Dara busca a Jim con la mirada. En realidad no quiere encontrarse con él. Quiere ir a la guarida del Triángulo ella sola y quiere unirse a la organización ella sola. Camina de prisa casi temiendo que su amigo pueda aparecerse en cualquier momento, al final el caminar se convierte en una carrera y acaba corriendo por la calle. No se da cuenta de eso hasta que la gente la empieza a mirar mal y todos se giran para ver a la chica que corre por la calle <¡Mierda!> piensa Dara rebajando la velocidad. En cualquier otra parte correr por la calle habría sido normal, pero en Mercuria no. En Mercuria si no eres del montón y si no te comportas cómo los demás o eres especial corres peligro y probablemente acabarás muerto misteriosamente o simplemente desaparecerás. Claro que no hay ninguna ley escrita que dictamine que ser diferente está mal, o que ser una electro esté prohibido, simplemente están los Azules, en teoría elegidos para mantener la calma entre la población y eliminar las anomalías de tipo grave. Pero todo el mundo sabe que los Azules hacen más trabajo del que deberían hacer. Tambien sabe todo el mundo que todo lo que hacen los Azules está dirigido por Adeline, que es la emperatriz de Mercuria y que fue quien creó los Azules y quién declaró la enemistad a los robots. Mucha gente en Mercuria está en contra de ella, pero todos temen demasiado a los Azules como para decir lo que piensan.

Dara se sube la capucha a la cabeza para esconder parcialmente su cara y dobla la esquina dirigiéndose al callejón. En pocos minutos llega allí y se para delante de la pared que substituye lo que sería la puerta de la guarida. Mirar fijamente en el lugar donde tendría que estar el símbolo de la Organización durante exactamente treinta y un segundos con la capucha calada hasta poco arriba de los ojos es la señal que indica que uno quiere entrar y que es un electro. En realidad ni Dara ni Jim saben que es lo que hizo aquel día Aki para entrar, ni que son esos trangulítos invertidos que tiene en las extremidades inferiores de las cejas.

La puerta y aparece Aki en ella apoyado en un costado – Buenos días profesor – dice Dara sabiendo que eso le molestaría, Aki la mira entrecerrando los ojos y la deja pasar –Sabía que vendrías- dice el chico siguiéndola por la sala redonda llena de pantallas. Dara pasa la mano por los teclados y las sillas –Tu lo sabes todo- le contesta cerrando los ojos. Realmente el solo hecho de estar en ese sitio y sentirse libre de ser ella misma le proporciona una sensación de placer y plenitud incomparable con cualquier otra sensación –Exactamente- contesta el chico sentándose en una mesa en el centro de la sala y sacando unos papeles de uno de los cajones, la chica se acerca y se sienta al otro lado de la mesa –Toma- dice Aki pasándole los papeles –rellena los espacios en blanco y firma aquí y aquí por favor- prosigue señalando con el dedo -¿Qué es esto?- pregunta Dara examinando las hojas –Tu solicitud para unirte.¿No es a lo que has venido?- contesta el chico. Dara lo mira sorprendida. Desde luego este chico nunca dejará de sorprenderla. Duda unos segundos y empieza a rellenar los espacios. Nombre, apellido, dirección, data de nacimiento y otras cosas. En cuanto termina se lo da a Aki –Perfecto, está es la parte de papeleo, luego tendrás que hacer una prueba física, luego una para ver tu habilidad con la informática y para terminar una Introducción- la chica se aparta sorprendida –Vaya. Si que os lo tomáis en serio…- dice levantándose de la silla – Dara, las personas de la Organización no pueden ser personas cualquiera y sobretodo, tenemos que asegurarnos de que no san Azules, por eso incluimos las Introducciones en el programa de prueba, ya que un no electro quedaría muy dañado e incluso podría perder la vida- contesta Aki muy serio. Ella quiere entrar en esta Organización y no sabía cuanto hasta ahora. De verdad se ha dado cuenta de que es lo que mas quiere en el mundo. Se lo tomará en serio y hará todo lo mejor que pueda las pruebas para entrar. Al fin y al cabo si Jim las pasó ella también podrá.

-¿Cuando podría hacer las pruebas?- pregunta ella esperando alguna data lejana –Pues ahora mismo si quieres- contesta Aki tan tranquilo. La chica pone unos ojos como platos -¿Ahora?¿Pero no tengo que prepararme antes?-pregunta un poco asustada –No hay forma de preparación para este tipo de pruebas- contesta el chico levantándose de la silla –Yo soy uno de los examinadores- Dara asiente lentamente con la cabeza intentando digerir toda la información, da un suspiro y se pasa la mano por el pelo – Vale. Quiero hacerlo lo antes posible – Aki sonríe satisfecho, no se esperaba nada menos de esa chica, tiene muchas expectativas puestas en Dara y aunque se conocen desde hace poco, el chico siente que le está cogiendo cariño. Ahora que lo piensa Dara es muy guapa, y también es lista y divertida. Sus defectos le parecen adorables, controladora, mandona y refunfuñona. Dara se lo mira con los ojos muy abiertos esperando una respuesta – Ejem – dice el chico apartando la mirada – Bueno pues puedes venir ahora… - dice conduciéndola hasta una puerta blanca de la que Dara nunca se había percatado – Esta sala que es la que tu conoces – dice parándose delante de la puerta – es sólo lo que definiríamos la “punta del iceberg” – continúa con una sonrisa traviesa. Abre la puerta y deja a la vista de Dara un pasillo blanco con varias puertas y gente que entra y sale con papeles en las manos y mini ordenadores y pantallas virtuales, algunos llevan unas extrañas gafas con botones extraños. Dara observa como Aki saca del cuello de la camiseta un colgante con un anillo colgado de él. El anillo es plateado con el símbolo de la Organización gravado en él y un pequeño botón también plateado, en el otro lado hay unos pequeños puntitos de otro material que Dara no sabe identificar. Aki acerca los labios al anillo y aprieta el botón plateado –Chicas, Robert, tengo aquí con migo a una chica electro que quiere unirse, vamos al gimnasio o a la sala de los ordenadores? Entendido- a Dara le parece que alguien le ha dado una bofetada <¿Chicas?> una punzada en el pecho que no había sentido hasta ahora le aprieta el abdomen. <Pues claro que hay chicas !En que estaba pensando yo? Como no va a tener alguna chica en su vida alguien como Aki?> piensa mirando el suelo y balanceándose sobre los talones. Aki le hace la señal a Dara de seguirlo y la chica lo sigue por el pasillo y luego giran una esquina y delante de la chica aparece una sala con cristales como paredes donde se puede ver lo que hay dentro. Es un gimnasio con aparatos para correr, pesas, colchonetas y espalderas. Es muy grande – Pasa- le dice Aki sonriendo y abriéndole la puerta de cristal. El gimnasio está vacío y el chico le hace señal de colocarse en una de las extremidades. Al cabo de un rato aparecen tres personas. Una mujer adulta muy guapa, una chica de mas o menos su misma edad y un hombre también adulto. Se acercan a ella y Aki toma la palabra – Esta es Martha – dice indicando a la mujer. Es alta y estilizada, su pelo es rubio mezclado con blanco ya canoso pero que le da un estilo peculiar– Y esta es Sahel – dice refiriéndose a la chica joven. Es muy guapa y tiene uno ojos grandes y azules, una de las cosas que le llama mas la atención a Dara es su largo pelo rosa claro. Aunque sabe que seguramente no es natural, lo parece totalmente ya que sus cejas también lo son < Esa debe de ser la chica > piensa Dara sintiendo aún la punzada en el pecho. – Y él es Robert – el hombre la saluda con la mano, su barba corta y blanca y su cuerpo robusto le recuerdan a un antiguo militar – Nosotros te examinaremos y decidiremos si puedes entrar o no a formar parte de la Organización – dice con voz amable y dulce la mujer – Venga Martha, no la pongas nerviosa – dice el hombre sonriendo – Seguro que lo harás muy bien – dice Robert guiñándole un ojo. Las siguientes horas son para Dara las mas estresantes de su vida. Primero, tiene que hacer una prueba física, luego tiene que hacer una prueba de informática. Se trata de desinstalar un virus muy complejo, el tiempo está cronometrado, y cuanto antes lo desinstale mejor, para terminar, tiene que superar una introducción. Le colocan un casco y le enganchan unos electrodos en la columna vertebral. A Dara le encantan las introducciones, es una manera tan fácil de desahogarse, se trata de introducirse en el sistema operativo y modificarlo y controlarlo con la mente. En este caso tiene una tarea simple, descifrar un código. También está cronometrado.

Al terminar Dara está tan agotada que sale por la puerta blanca y se deja caer en uno de los sofás de la guarida. Aunque siente que tiene la mente despejada y está muy serena esta cansadísima y cierra los ojos para descansar la vista. Nota que un peso se pone a su lado. Y reconoce el ritmo de la respiración de esa persona. Están un rato si hablar hasta que él toma la palabra –Ha ido bien – dice Aki pasándole un vaso de café. Dara lo mira a los ojos y está a punto de decirle algo cuando la puerta blanca se abre y aparece la chica del pelo rosa – Aki! Bueno que hoy no te he visto en todo el día! – dice sentándose a su lado y abrazándolo – Sahel, te recuerdo que fuiste tu la que insististe en que hiciera de profesor – como toda respuesta, la chica le coge de café y da un sorbo - Bueno. Y que tal está Aki de profe? – pregunta la chica dirigiéndose a Dara – Oh. Bien. No sabía que tu sabías que yo era su alumna – dice Dara que sigue un poco rencorosa por la muestra de afecto entre esos dos – Nos lo contamos todo – dice ella sin mas. La presión en el pecho crece hasta que se hace insoportable – Ah. O sea que estáis juntos – dice Dara arrepintiéndose dos segundos después de haberlo dicho. Aki y Sahel se miran unos segundos y se ponen a reír como locos – Nosotros? – dice Aki riendo. A Dara no le hace ninguna gracia. Está claro que entre esos dos hay algo – Pero si somos prácticamente hermanos!- dice la chica que ya se ha calmado un poco – No Sahel, somos hermanos – dice Aki poniendo énfasis en la palabra “ Somos” – Bueno, hermanos adoptivos, como quieras llamarlo- Dara se siente como si todo este tiempo hubiera estado sosteniendo un montón de toneladas en los hombros y la cabeza y ahora se las acabaran de quitar y ella fuera libre de correr y gritar, tenía ganas de gritar de felicidad, demasiadas emociones acumuladas. No puede evitar sonreír <¿Pero que diablos me está pasando?> Sahel se levanta y da una palmada en la pierna de Aki –Bueno chicos, yo me voy, tengo cosas que hacer. Ya nos veremos por aquí – dice saludando con la mano a Dara antes de desaparecer a través de la puerta blanca.

- Aki, que es ese anillo que tienes de colgante?- pregunta Dara para cambiar de tema. Hay tantas cosas que quiere preguntarle y tantas a las que sabe que el chico no podrá responder, al menos hasta que ella esté fuera de la Organización. Aki se saca el anillo de debajo la camiseta – Es una manera de comunicación que tenemos los de la organización. Si entras tu también tendrás uno – la chica se pone triste al pensar en la posibilidad de no entrar y también cae en la cuenta de que tiene que Jim también tiene que tener uno de esos – Si es que paso – dice ella entristeciéndose aún mas – Tranquila. La decisión depende principalmente de Martha y Robert pero mañana sabrás los resultados- Dara suspira profundamente y a Aki le entran unas ganas horribles de abracarla y decirle que todo irá bien – Eh. Seguro que lo consigues, me oyes?- dice sacudiéndole le hombro para que lo mire a los ojos. La chica se gira y están unos segundos sin decir nada, a Dara le fascinan esos pequeños triangulitos al revés que tiene Aki en las extremidades de las cejas, pero también cree que sus ojos son un poco extraños, son de un verde que a veces parece in natural sal igual que los de la chica del pelo rosa, Sahel, sus ojos en según que luz parecen tener reflejos medio violetas. Dara no puede contener una sonrisa – Es tu destino – dice Aki antes de apartar la vista y levantarse.