Groupie (with the sex)

Las botellas de cerveza pasaban de mano en mano, hasta que Matt, el bajista de Inception, me ofreció una, con la suya en la otra mano.

_Gracias._ dije muy bajo para que me escuchara por sobre la música, pero pareció entender mi mensaje.

_¿Por qué tan apartada?_ dijo acercándose a mi oído para que pudiese escucharlo. Como era de esperar, el hecho de que fuesen más jóvenes y nuevos en el ambiente me hacía sentir mucho más cómoda, sin saltos de impresión ni latidos irregulares.

_Busco mi presa._ alzó una rubia ceja antes de sonreir._ No lo sé, supongo que el no pertenecer a una banda me hace tener menos temas en común. Sumándole mi edad…_ me encogí de hombros.

_¿Cuantos años crees que tengo?_ preguntó divertido antes de tomar un largo sorbo de su cerveza. Me lo quedé mirando fijamente. Rubio, ojos azules, no mucho más alto que yo, pircings en ambos lados del labio y otro en la ceja. Aún había ese toque de adolescencia que luego de los veintiuno comienza a perderse.

_¿Veinte?_ negó suavemente._ ¿Veintidós?_ esta vez rió.

_Dieciocho, me haces sentir mal, chica._ reí con él antes de beber del líquido amarillento. No era fanática de la cerveza, pero tenía sed, y aparte del café, nada había llegado a mi estómago desde el desayuno._ ¿Y tu?_

_Dieciocho también._ alzó ambas cejas, sorprendido._ ¿Me veo menor?_

_Con ese estilo, no._ su mirada fue rápidamente por mi ropa, sin hacer ninguna demora en especial. No como Gabriel._ Creí que pasabas los veinte.

_Me haces sentir mal._ me miró entretenido al ver que había usado sus mismas palabras. Internamente agradecí que no se fuera, quedándose a mi lado, comentando sobre la otra banda, Last Breath._ Puedo apostar que te gusta Spencer._ dejé mi botella vacía en el
mueble de la pequeña cocina. Matt dejó la suya junto a la mía, vacía también.

_No, es muy…_ ambos la miramos justo en el momento en que levantaba ambos brazos, recibiendo la cerveza que le tiraban de una botella, desde arriba del sillón._ Loca. Si sabes a qué me refiero._ asentí, dándole la razón. Felix salió del tumulto de gente que se había formado en el “living” del bus, al parecer muy apurado por llegar al baño.

_Hey, ¿Qué hacen tan apartados?, únanse al grupo. Si quieres cambien la música._ fue lo último que dijo antes de lanzarse al otro lado de la puerta.

_¿Más cerveza?_ preguntó inclinándose hacia mi, le habían subido a la música y el clásico de Last Breath, The stalker, resonaba fuertemente. Asentí y lo acompañé mientras nos abríamos paso entre los que conversaban. Sus compañeros de banda lo miraron insinuante, pero el no pareció intimidarse.

_¡Apaguen esa música! Comenzaré a aburrirme de nuestras canciones, ¿Es eso posible?_ gritó el guitarrista principal de la banda de fondo. Unos rieron, Matt simplemente rodó los ojos. Llegamos hasta un cooler azul entre los asientos del conductor y el del acompañante.

_Nuestras municiones._ me pasó dos botellas, y el tomó dos más._ Por si acaso._ Encontré el equipo tras la puerta corrediza y pensé que sería buena idea ayudar al chico de Last Breath. Busqué entre los CD’s y encontré uno de The ramones._ Buena elección._ I wanna be sedated comenzó a sonar y pareció ser bien recibido. Spencer comenzó a bailar con Felix, y empezaron los rumores de que querían más chicas. Fue ahí cuando Gabriel apareció en mi campo visual. Se tomó lo que quedaba en su botella al seco y caminó hasta mi._ Un momento, ¿Eres la novia de Gabriel Santos?_ Matt pareció sorprendido, pero más que nada, asustado.

_¿Qué? ¡No!_ controlé los nervios de la pregunta con dificultad. ¿Yo, novia de Gabriel Santos?, era una estupidez demasiado grande.

_Entonces quiere algo contigo, el tipo me está asesinando con la mirada._ una sonrisa divertida me fue regalada. Sus ojos azules eran demasiado insinuantes como para no hacerme sentir incómoda.

_Lo dudo._ abrí una de las botellas y comencé a beber. Matt alzó ambos brazos, una botella en cada mano, y pasó junto a Gabriel, sigilosamente, como tratando de pasar inadvertido. El castaño llegó a mi lado, sin mucha educación me quitó la cerveza cerrada, la abrió, y se la tomó como si fuese agua._ Eso era mío.

_No lo necesitas._ tomó el ultimo trago, haciendo sonar la garganta._ ¿Te estaba molestando?_ lo miré sorprendida, sin entender bien a qué se refería._ Matt, ¿Te estaba molestando?_

_No._ mi corazón comenzó su trote irregular. Gabriel se apoyó en la muralla junto a mi, apoyando un pie en esta._ Gracias por preocuparte de todos modos._ solté incluso antes de poder pensar bien las palabras. Me miró de reojo y pareció como si quisiese suprimir una sonrisa.

_De nada._

Una media hora más tarde habían un par de chicas entrando al bus, no sé si eran de bandas o fans, pero no parecían ser de la otra clase de chicas. Gabriel había ido a comprar más alcohol junto con Felix, por lo que Matt me había recibido una vez más fuera del baño, con un cigarro entre sus labios, muy concentrado en no lanzarme el humo en el rostro.

_Si te hago preguntas sobre tu banda, ¿Será muy entrevista?_ me sonrió de costado.

_Tal vez. Aunque no pareces una periodista._ le dio una larga calada antes de apagarlo en la suela de su zapatilla. Spencer Graham estaba sobre uno de los sillones, cantando un cover de Like a Virgen._ Estoy seguro que eso es lo más cercano que podría estar de la virginidad._ agradecí no haber estado bebiendo nada, pues la risa salió completamente explosiva, siendo acompañada por Matt._ Dios, Mia, tienes una risa contagiosa._

_Eso fue cómico, lo siento._ sequé un par de lágrimas antes de poder volver a respirar normal._ Cruel, pero cómico._ me miró sorprendido, como si no creyese lo que había dicho.

_Oh vamos!, la he visto durante toda la gira. Estoy seguro que al menos se ha pasado un par de noches lejos de su banda._ Por sobre la música escuché un par de gritos. Más gente se estaba sumando. El grupo del centro se corrió unos pasos, dejándonos a Matt y a mi casi al otro lado de la cortina._ Tienes suerte, hace al menos una semana que no había una junta o algo así._ miré al tumulto de gente, muchas botellas de cerveza y vasos plásticos rojos estaban alzados. Felix apareció de la nada, riéndose y respondiendo una grosería a Dios sabe quien. Fue ahí cuando nos miró e hizo un gesto extraño, algo entre diversión y curiosidad.

_¿Han estado aquí toda la noche?_ su ceja se alzó hacia mí. Intimidada como estaba fue Matt quien se encargó de responder.

_Algo._ Genial. No había sido la mejor respuesta, pero el chico también pareció intimidarse ante la mirada inquisitoria de Felix.

_Bien, si van a pasar a mayores, no usen la cama más alta del lado izquierdo. Es la mía._ nos apuntó con la boca de la botella y, una vez más, entró al baño. Matt bajó la vista, supuse que sonriendo, mientras yo trataba de salir del momento incómodo con alguna frase o pregunta, pero nada vino a mi mente por lo menos en unos cinco minutos. El chico era atractivo, y se había comportado como todo un caballero, no dejándome sola cuando podría estar con sus amigos saltando y lanzándole cerveza en la boca a Spencer Graham, o coqueteando con cualquiera de las chicas entre tanto hombre, por lo que costó volver a la conversación relajada de minutos atrás.

Cuando Matt me invitó a salir del bus por algo de aire limpio, no viciado y lleno de humo de cigarrillo como estaba dentro del bus, recién era media noche. Seguramente debía llamar a casa de mis tíos, avisarles que… No, no tenía excusas para no llegar, y decir que estaba en una fiesta con un par de bandas no era la mejor opción. Tal vez se habían olvidado de mí, tal vez dormían placidamente. Natalie, mi prima, dijo que iría a una fiesta, así que probablemente no llegaba aún. Tenía un par de horas por delante.

_¿Cómo es que llegaste con ellos?_ preguntó cuando ya estábamos sentados sobre el neumático donde yo había esperado por horas. La lluvia había cesado su caída por algunos minutos y el aire estaba frío y acogedor. Incluso estar sólo con una camiseta encima y tener la piel de gallina se hacía agradable luego del denso ambiente del bus. Se veían nuestras respiraciones como humo blanco.

_Te vas a reír._ me miró alzando ambas cejas.

_Vamos. Pruébame_ su intensa mirada me hizo saber que no se quedaría tranquilo hasta que le contara.

_Amo Total Nightmare, me propuse conocerlos asi que me colé al área de buses._ Una sonrisa comenzó a aparecer en su boca, pero la suprimió al ver que le diría algo._ Esperé por unas cuatro horas, bajo la lluvia, hasta que un guardia me vio y tuve que salir corriendo._ Giró su cabeza hacia el otro lado, con una mano en la boca._ No estás pasando la prueba, Matt._ vi como sus hombros se movían, se estaba riendo.

_No, no. Estoy bien... continúa._ tomó una gran bocanada de aire antes de mirarme. Frunció los labios._ En serio, sigue._ bufé resignada, en cualquier momento el tipo explotaría en risas.

_Arranqué hasta casi la entrada, y fue ahí cuando choqué de lleno con Felix._ me detuve para ver si reía, pero seguía con la misma expresión, al borde de la explosión._ Le dijo al guardia que yo estaba con ellos, supuse que les dio pena verme tan mojada y cansada. Me llevaron al bus, Gabriel me pasó esta ropa, me cambié y._

_¿Gabriel te pasó ropa de chica?_ asentí, sin darle mucha importancia._ ¿Te han dicho que tienes mucha suerte?_

_No, por que mi suerte comenzó sólo hoy._ me encogí de hombros y seguí._ Luego hablaron un rato, e invitaron las bandas, y ahí entras tu en la historia. Fin._

_Yo soy el fin de tu historia. Genial._ esta vez fui yo quien rió._ ¿Y yo quién vendría siendo? ¿El “Y vivieron felices por siempre. Fin”?_ me fijé que estábamos hombro con hombro, cerca, lo bastante como para sentir uno de mis brazos menos frío que el otro. Y él pareció notar lo del frío._ Soy un idiota._ de un salto se puso de pie, con ágiles movimientos se quitó la chaqueta de cuero que estaba usando y la puso sobre mis hombros.

_Gracias._ inclinó su cabeza antes de volver a sentarse junto a mi. La música se escuchaba clara incluso del otro lado de las paredes, irrumpiendo el silencio que había entre ambos. No sabía bien de que preguntar, de repente ese ambiente de anticipación me había pillado con la guardia baja, totalmente desprevenida.

_¿Tienes novio?_ Matt rodaba un grueso anillo de plata en su mano derecha para cuando preguntó. La verdad es que si tenía novio, pero no era nada más que una de esas relaciones en las que entraste por presión de la gente que te rodea. Una estupidez, y jamás lo consideré algo serio.

_De palabra si, actos… no._ me miró alzando una ceja._ Larga historia. Imagínate pasearte del brazo con una barbie sin mucho cerebro, bravucona y arrogante._ solté con desgano, algo cansada de esa situación.

_¿Porqué estás con él?_ me encogí de hombros, siendo lo más sincera posible con el chico junto a mi.

_Supongo que como ya no nos vemos, no hemos tenido tiempo de terminar “oficialmente”._ enfaticé las comillas con mis dedos, provocando una sonrisa por parte de él._ Esa es mi historia, ¿Tu tienes?_ negó suavemente. Lo que pasó a continuación es difícil de explicar. Tal vez no quise ser conciente de cómo se acercó a mi cautelosamente, viendo mis reacciones, hasta que sentí su respiración sobre mis labios. Rápidamente mi mente comenzó a trabajar, pero antes de tomar una decisión la puerta del bus se abrió, dejando salir a uno de los integrantes de Last Breath abrazado de una chica, riéndose. Gracias a la oscuridad parecieron no notar nuestra presencia, pero fue suficiente para despertarme._ ¿Vamos adentro?_ Matt bajó la vista y sonrió algo abatido. Se puso de pie y me estiró la mano para ayudarme. Me apreté a su chaqueta y subí los anchos escalones, hasta ser envuelta por el calor del lugar, la música, las risas, y el fuerte olor a cerveza y cigarrillos. Matt entró tras de mi y sutilmente le devolví su chaqueta, ya no la necesitaba. Volvió a sonreír y me excusé que necesitaba ir al baño. Ninguna mentira, pero también necesitaba aclarar mi mente.